A la saga de libros y películas de El señor de los anillos le pasa algo similar que a la de Harry Potter que, dependiendo de la casa es costumbre hacer una maratón de vez en cuando, como si se hubiese convertido ya en tradición. Y, precisamente por eso se agradece especialmente que periódicamente salgan contenidos nuevos que nos hagan regresar una y otra vez a un mundo lleno de magia y misterios, con todas las criaturas que lo habitan y lo llenan de vida con sus historias.
Es el caso, sin ir más lejos, de los pelosos que aparecen en esta primera temporada de Los anillos de poder, una especie de hobbits nómadas que recorren valles y montes y se han convertido para muchos espectadores, con sus tradiciones y sus canciones, en una de las tribus más famosas de la Tierra Media. Y tampoco se puede olvidar a humanos y elfos, cuya historia en esta serie es casi central. Uno de los personajes principales, Galadriel (interpretada en la ficción por la actriz sueca Morfydd Clark), está cegada por el rencor y quiere cazar a su enemigo a cualquier precio.
Y es que, tal y como describen desde Prime Video, la plataforma donde puede verse esta serie, “en un periodo de relativa calma, los personajes se enfrentan al resurgimiento del mal en la Tierra Media. Desde las profundidades más oscuras de las Montañas Nubladas hasta los majestuosos bosques de Lindon, el impresionante reino insular de Númenor y los confines más lejanos del mapa, estos reinos y personajes esculpirán legados que perdurarán en el tiempo”. Con unos paisajes impresionantes y unos personajes, para algunos, ya archiconocidos, la aventura está servida en este regreso a la Tierra Media.