Un robot submarino y otros dispositivos innovadores que estimulan la economía circular

Descubre tres sorprendentes soluciones basadas en la robótica, la digitalización y las últimas tecnologías con un mismo objetivo común: facilitar la descarbonización de nuestro entorno

G. Tenas

La sociedad es cada vez más consciente de que el sistema lineal actual es insostenible a nivel de recursos naturales. Por ello el camino a seguir implica avanzar hacia un nuevo modelo de producción, que asegure el futuro de la humanidad respetando la salud de la Tierra.

La Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030 aspira a lograr un modelo de producción y consumo circular; de esta forma no sólo se trabaja para reducir al máximo los recursos naturales en los procesos productivos sino que también se busca maximizar el uso de los productos durante el mayor tiempo posible. El objetivo principal de este nuevo modelo económico es generar mayor valor al final de la vida útil de los productos fomentando la reutilización, la remanufactura y el reciclaje.

Así lo expone Amaya Arteche, responsable de estrategia de Economía Circular en Tecnalia: “Queremos ofrecer tecnologías innovadoras para que las empresas y la sociedad sean más sostenibles. Por ello, ponemos a disposición de las empresas las capacidades tecnológicas necesarias para abordar el cambio de paradigma que supone la Economía Circular”.

Entre estas iniciativas, cabe destacar la apuesta por la robótica para el mantenimiento de entornos urbanos o marinos; el desarrollo de plataformas digitales para facilitar la reutilización, refabricación y reciclaje de residuos del sector industrial; o el desarrollo de tecnologías que permiten la separación de materiales durante las labores de demoliciones en el sector de construcción.

Un robot submarino, capaz de recoger la basura de los canales

Vivir en ciudades cada vez más verdes y sostenibles es un propósito compartido por la mayoría de los consistorios y de la población. Todos hemos experimentado en nuestros municipios los beneficios de transformar los espacios urbanos en zonas peatonales o apostar por zonas verdes y amables. Pero existen muchas otras soluciones que buscan propiciar ciudades sostenibles y ofrecer una alta calidad de vida a sus habitantes.

Este es el caso del robot submarino Maelstrom, que gracias a sus sensores es capaz de identificar la basura marina del fondo de los canales de Venecia. El proyecto, desarrollado por Tecnalia, limpia de basura las aguas profundas que rodean la ciudad italiana declarada Patrimonio de la Humanidad, consiguiendo así un agua más transparente, pero sobre todo libre de plástico y llena de vida.

Actualmente, la empresa experta en soluciones innovadoras y tecnológicas, está trabajando en otro robot para que, una vez transportados los desperdicios marinos a la planta del puerto, identifique los plásticos, los separe correctamente y facilite su reciclaje. El siguiente paso para impulsar la economía circular en el entorno marítimo, es desarrollar una solución de reciclado del plástico marino junto con otras fibras también recicladas, para generar unos composites con mejores prestaciones.

Digiprime, o cómo reutilizar los desechos industriales

Si hay algún sector en el que urge la transformación hacia el modelo circular, es sin duda, el industrial, capaz de generar toneladas de residuos. En este sentido, la plataforma digital Digiprime busca impulsar modelos de economía circular en cinco sectores industriales: las energías renovables, la electrónica, el textil, la construcción y, sobre todo, la automoción.

¿Y cuál es la función que lleva a cabo? Digiprime analiza los residuos que pertenecen a la familia de los composites y los tecno-polímeros, centrando el trabajo en los procesos asociados al reciclaje de materiales. En otras palabras, la plataforma es capaz de ampliar el porcentaje de desechos desmanufacturados y los vuelve a integrar de nuevo dentro de la cadena de valor.

Demoliciones selectivas

Por último, a la hora de hablar de la economía circular, el sector de la construcción constituye una parada (y reflexión) obligatoria ya que es el responsable de generar grandes cantidades de residuos a nivel mundial. Por ello, a medida que disminuyen los recursos naturales la gestión eficaz de residuos de construcción y demolición es una cuestión cada vez más urgente.

El panorama actual exige desarrollar soluciones que favorezcan la separación de los diferentes materiales cuando se llevan a cabo las demoliciones de edificios o infraestructuras. La madera, el acero y el hormigón, entre otros, son materiales reutilizables, por lo que se recomienda apartarlos del resto para que éstos no terminen contaminándose.

No obstante, se trata de un proceso complejo que necesita de alta tecnología y el desarrollo de nuevas maquinarias que permitan la trazabilidad, la separación y la segregación in-situ de los materiales.

Por ello cabe destacar el proyecto Valrec, en el que colabora Tecnalia como socio tecnológico, cuyo objetivo es conseguir una gestión más respetuosa de estos residuos con el medioambiente, sin perder de vista los desafíos apremiantes del sector de la construcción: mejorar la eficiencia de los recursos materiales y lograr que todos los procesos sean mucho más sostenibles. Una filosofía que casa a la perfección con las políticas globales que buscan evolucionar hacia un modelo de producción y consumo más sostenible, como el de la economía circular.