
Satur contaba con diez años el verano de 1936. Su pueblo significaba mucho para él y pensaba que nada de lo que estuviera más allá de la frontera debía merecer verdaderamente la pena. Reivindicar era una palabra que a Satur se le atragantaba en el paladar y en el corazón. Su familia pensaba que reclamar lo que les pertenecía era algo imprescindible para que sus vidas cambiaran, y eso a él le preocupaba muchísimo, ya que adoraba su vida tal y como era hasta entonces.
El llanto de las amapolas es la voz de aquellos niños y niñas a los que el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 arrebató la infancia. También es la voz de todas las mujeres que se volvieron invisibles porque aprendieron que así se perdonaba su presencia. Mujeres a las que la piel se les aferró a los huesos, la pena a la boca y el hambre de sus hijos al alma. Pero, por encima de todo ese dolor, es una historia que nos habla de lucha, unión, resistencia y compromiso.
El primero fue Javier, sacado de las aguas del Río de la Plata con las manos atadas a la espalda con dos vueltas de alambre. Al Turco y Mariano los encontraron dentro de un coche averiado a la orilla de la Carretera Norte con un agujero en la nuca del tamaño de una nuez. Luego les tocó a los demás: Otilio, Mariano, Gustavo... Estamos en Argentina, en 1978, bajo la dictadura militar de Jorge Rafael Videla, y algo ha despertado la ira de las fuerzas armadas hacia los jugadores del equipo de rugby de La Plata. Cada partido del pequeño club es un desafío a la autoridad, cada homenaje a las víctimas una provocación dirigida al poder, que responde con más sangre. Sin embargo, el equipo, cada vez más diezmado, sigue ganando sus partidos.
Esta extraordinaria novela se basa en el testimonio del único integrante del equipo de rugby de La Plata que sobrevivió a la guerra sucia de Argentina, Raúl Barandiarán, de origen vasco.
Más que un teórico, Lucio Urtubia es, ante todo, un hombre de acción. Su vida ha sido una lucha constante y, en contra de lo que piensan muchas personas, ese es su legado, el tesoro de Lucio. Basándose en interminables charlas y entrevistas con el anarquista navarro, Belatz recrea con nitidez y minuciosidad las acciones, lugares, personajes, sucesos y atmósferas que han marcado la vida de Lucio. Convertido ya en su biógrafo oficial, el ilustrador pamplonés nos narra sus vivencias más conocidas y las aventuras más desconocidas: su infancia en Cascante, las primeras expropiaciones de bancos, la forma de zafarse de la policía, cuestiones familiares y personales, la conocida negociación con el Citibank, las formas de pasar la frontera… Todo, o casi todo, queda reflejado en estas páginas llenas de acción. Porque, como nos recuerda este anarquista irreductible, “un revolucionario que no hace nada es como un cura”.
En la década de 1950 Bilbao era una ciudad en crecimiento, gracias al desarrollo económico e industrial, y mucha gente migró de otros territorios a la capital vizcaína en busca de trabajo. El proceso fue tan rápido que no había viviendas suficientes, por lo que muchos decidieron construir sus propias casas: las chabolas. En pocos años el fenómeno se acentuó; los barrios de chabolas se extendieron a lo largo de la ciudad y para 1955 se podían ver desde cualquier punto. En estos barrios llegaron a vivir más de 25 000 personas. Sin embargo, hoy en día poco se sabe acerca de este fenómeno que tuvo influencia no solo en el urbanismo de la ciudad, sino también en su carácter, sociología y política. Este barrio de barro busca reivindicar el valor histórico y la importancia del chabolismo en Bilbao.
Ilustración Guridi
Selección Fundación Cuatro Gatos 2019 Premio Serra d'or 2019
ILE BAT ez da zopan ager daitekeen gauzarik bitxiena. EULI BAT ez da zopan ager daitekeen gauzarik bitxiena. Badakizu zer den ZOPAN ager litekeen gauzarik bitxiena?
Otordu surrealista eta ahogozagarri bat.