Tres de los cinco policías de Memphis, en el estado de Tennessee, implicados en la muerte de Tyre Nichols, un afroamericano de 29 años que falleció en enero tras ser golpeado con porras y electrocutado con un táser, no podrán volver a ejercer su profesión, según ha decidido una comisión policial.
La Comisión de Estándares y Capacitación de Oficiales de la Paz de Tennessee aprobó el jueves de forma unánime la inhabilitación de Demetrius Haley, Emmitt Martin III y Justin Smith por "negligencia en el cumplimiento del deber" y "fuerza innecesaria excesiva", entre otras, ha informado este viernes The Hill.
La investigadora del Departamento de Policía de Memphis, Monique Williams, ha precisado también que los policías violaron "el cumplimiento de las normas sobre el uso de cámaras corporales y la información sobre asuntos policiales".
Los tres exagentes, junto con Tadarrius Bean y Desmond Mills Jr., ya fueron apartados de sus cargos después de que unas pesquisas internas confirmasen que se excedieron en el uso de la fuerza sobre Nichols, quien fue hospitalizado el 7 de enero en estado crítico y falleció tres días más tarde por las heridas infligidas por los policías.
Los citados expolicías, que fueron imputados el 26 de enero por varios cargos, entre ellos asesinato en segundo grado, asalto agravado o mala conducta, se declararon no culpables y tendrán que volver a los tribunales el próximo 1 de mayo.
La muerte de Nichols, que fue grabada en vídeo, desató una nueva ola de protestas en varias ciudades del país contra la brutalidad policial que recordó a las manifestaciones tras la muerte de George Floyd, cuya familia asistió al funeral de Nichols.
La muerte de Floyd, que fue grabada en vídeo por transeúntes que se encontraban en el lugar, generó una ola de indignación a nivel global, con movilizaciones y marchas que en ocasiones derivaron en disturbios, y puso nuevamente sobre la mesa el racismo de las instituciones estadounidenses con el movimiento Black Lives Matter.