El viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak, advirtió de que Europa difícilmente podrá sustituir el gas y el petróleo rusos en cinco o diez años y que las sanciones contra Rusia ejercen una presión sin precedente sobre la economía mundial, en un artículo publicado hoy en la revista "Energuetícheskaya Politika".

"La situación se desarrolla según el principio del bumerán: las consecuencia negativas han afectado precisamente a los países que promovieron las restricciones sancionadoras", escribe Novak, responsable del sector de la energía.

La elevada volatilidad y la subida de precios sin precedentes de los recursos energéticos fueron la "respuesta instantánea" a la incertidumbre provocada por las sanciones a Rusia.

"Como resultado, los precios de los principales recursos energéticos alcanzaron en marzo cifras récord en contadas horas", añade Novak, que recuerda que los mil metros cúbicos de gas llegaron a costar casi 4.000 dólares, que el barril de petróleo se acercó a los 149 dólares y la tonelada de carbón se vendió por 460 dólares.

Según el viceprimer ministro ruso, los planes de la Unión Europea (UE) de prescindir de los hidrocarburos rusos a corto plazo y de garantizarse suministros alternativos son poco viables.

"Los actores clave del sector coinciden en que difícilmente se podrá sustituir totalmente el gas y el petróleo ruso en un plazo de cinco-diez años", destaca.

Y es que, explica, los suministros rusos de gas a la UE cubren el 40 % de su necesidades y el de petróleo, el 30 %, "Debido a las turbulencias creadas en el mercado de los recursos energéticos por los propios europeos, los políticos de la UE se ven ahora en la necesidad de buscar urgentemente fuentes de energía alternativa a las rusas", agrega.

Pero, según Novak, a día de hoy prácticamente no hay una alternativa racional a los suministros rusos.

"Tomando en cuenta la cuota de mercado que tiene Rusia, es evidente que sin los recursos energéticos rusos es imposible hablar de la seguridad energética de Europa", asevera el viceprimer ministro.

Por ello, concluye, "ahora el futuro de la industria europea y el bienestar de los ciudadanos de la UE depende de la racionalidad de las decisiones de los políticos de los países de la Unión Europea".

La UE ha aprobado cinco paquetes de sanciones a Rusia desde el pasado 22 de febrero.

El primero, un día después de que Moscú reconociera a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, y dos días antes de que el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzara la llamada "operación militar especial" contra el vecino país.