- Las tropas rusas continuaron ayer su ofensiva en Mariúpol, donde las autoridades han denunciado el uso de un agente químico y las fuerzas ucranianas están cada vez más desesperadas, mientras que cerca de Kiev un equipo de la gendarmería francesa comenzó a investigar supuestos crímenes de guerra. “Es probable que en el futuro el enemigo intente tomar el control de la ciudad de Mariúpol, capturar Popasna -en la región de Lugansk- y lanzar una ofensiva en dirección a Kurajovo”, en Donetsk, señaló el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Según el Instituto de Estudios para la Guerra (ISW), con sede en EEUU, los rusos han dividido en dos la posición de las tropas ucranianas en la ciudad: un grupo está pertrechado en la acería de Azovstal, en el este, y otro en el puerto, en el suroeste.

Los separatistas prorrusos de Donetsk aseguraron el pasado lunes primero que habían tomado el 80% del puerto de Mariúpol y después que estaba bajo su “control total”, una información que no se ha podido verificar de manera independiente.

El bloqueo es tal que en una inusual crítica la 36ª Brigada de Infantería de Marina afirmó el lunes que se acerca probablemente la última batalla en la devastada ciudad, ya que “se nos acaban las municiones” y entonces solo queda “el combate cuerpo a cuerpo”.

El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró ayer que sus fuerzas efectuaron ataques aéreos y de artillería contra unos cien efectivos ucranianos que intentaban supuestamente huir en vehículos blindados de la ciudad y que mataron a al menos 50. “Otros 42 militares ucranianos depusieron voluntariamente las armas y se rindieron”, aseguró el portavoz castrense, Ígor Konashénkov.

La misma 36ª Brigada de Infantería de Marina aseguró ayer que los defensores de Mariúpol “no abandonaron sus posiciones y que luchan por cada palmo de la ciudad” lo mejor que pueden. Eso sí volvieron a denunciar que la ciudad está “sin suministro de munición ni alimentos”, según la cadena de televisión ucraniana 1+1.

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, escribió en Facebook que “la defensa de Mariúpol continúa” y que “la conexión con las unidades de las fuerzas de defensa que heroicamente sostienen la ciudad es estable y se mantiene”. “Estamos haciendo lo posible e imposible para ganar y salvar vidas de militares y civiles”, aseguró.

Según dijo a la cadena CNN el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, entre 20.000 y 22.000 civiles han fallecido en la ciudad.

La víspera el alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, cifró los fallecidos en unos 10.000 y afirmó que aproximadamente 120.000 habitantes -de casi 450.000 que había antes de la campaña militar rusa- , tratan aún de sobrevivir al asedio.

Para los expertos del ISW está claro que los defensores ucranianos no tendrán tregua. Cree que los rusos “continuarán los esfuerzos para completar la captura de los focos restantes de la resistencia ucraniana, posiblemente incluso mediante el uso de armas químicas”.

Ataque químico. Andriy Biletsky, fundador del batallón de Azov, y la Alcaldía de Mariúpol denunciaron ayer que Rusia lanzó un agente químico no determinado con un dron contra militares y civiles ucranianos. Biletsky señaló que, de los tres soldados afectados, uno se encuentra en estado moderado y los otros dos están bajo supervisión médica. Entre los civiles afectados una anciana es la que está en peor estado.