El Ejército ruso destruyó en la mañana de hoy una refinería en la región de Odesa que presuntamente abastecía las tropas ucranianas en Mikolaiv, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su parte matutino.
"Hoy en la mañana fue destruida con misiles navales y terrestres de alta precisión una refinería y tres depósitos de combustible en la región de la ciudad de Odesa, que abastecían con combustible a las tropas ucranianas en la dirección de Mikolaiv", afirmó el portavoz de la entidad castrense, Igor Konashénkov.
El ataque fue confirmado por las autoridades ucranianas, según las cuales no hubo víctimas.
"Los ataques afectaron objetivos de la infraestructura crítica", informó Vladislav Nazárov, oficial de la comandancia Sur del Ejército ucraniano, citado por UNIAN.
La de Odesa es la segunda refinería que destruye el Ejército ruso en las últimas 24 horas, después de la destrucción este sábado de la de Kremenchuk, en el centro de Ucrania y la mayor del país.
En este caso, la refinería fue atacada el sábado por la noche, según informó en su cuenta de Facebook Dmitro Lunin, jefe de la administración militar de la región central de Poltava, quien indicó que la infraestructura ha quedado "destruida" y que algunas personas sufrieron quemaduras, aunque sus vidas, añadió, no corren peligro.
En su mensaje, indicó que debido a los daños la planta no funciona e informó de que en Mirgorod también ha sufrido daños un almacén de combustible del aeropuerto.
El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado que usó "armas de largo alcance y alta precisión" para atacar la refinería, "que abastecía a las tropas ucranianas en el centro y este del país".
De acuerdo con el diario ucraniano "Ukrainskaya Pravda", la refinería de Kremenchuk era la mayor de Ucrania y tenía una capacidad de 18,6 millones de toneladas de crudo.
Por otra parte, el portavoz de Defensa ruso ha explicado que en las últimas horas la defensa antiaérea de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia derribaron dos drones ucranianos en Kudriáshkova (región de Lugansk) y Shúrovka (región de Járkov), en el este de Ucrania.
Las tropas rusas mantuvieron la presión aérea sobre el Ejército ucraniano y destruyeron desde el aire 51 objetivos militares: cuatro comandancias, dos sistemas de misiles antiaéreos Osa-AKM, cuatro arsenales y 32 puestos fortificados.
Según Konashénkov, desde el inicio de la llamada "operación militar especial" en Ucrania, el Ejército ruso ha destruido 125 aviones y 88 helicópteros, 383 drones, 221 sistemas de misiles antiaéreos, 1.903 tanques y blindados, 805 piezas de artillería y morteros, además de 1.781 vehículos militares.