- La ciudad de Mariúpol, urbe de lengua rusa en el oeste de Ucrania, se ha convertido en esta guerra en el símbolo de la resistencia y en el objeto de todas las controversias. Además, de entrada es un ejemplo casi diario de ataques contra instalaciones civiles -la Maternidad, el Teatro y la Mezquita de Suleimán el Magnífico-, unos ataques que han recibido una salva de condenas en todo el mundo.
Con casi 450.000 habitantes, esta ciudad a orillas del mar interior de Azov, está sufriendo un bloqueo desde hace 17 días, y en su entorno hay entre 12.000 y 14.000 soldados rusos, según el diputado ucraniano Sergiy Taruta.
La Alcaldía de Mariúpol, urbe clave para el corredor terrestre que, según Kiev y Occidente, Rusia quiere construir desde el Donbás a la anexionada península de Crimea, indicó a su vez que más de 350.000 residentes continúan en una situación crítica en refugios. Aseguró además que “entre 50 y 100 bombas caen cada día sobre la ciudad” y que “alrededor del 80% del parque de viviendas de la ciudad ha quedado destruido”.
Por contra, para el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas (ONU), Vassily Nebenzia, Mariupol es un símbolo de la desinformación, “el objeto de todas las mentiras”, pues según él su país no ha atacado ninguno de esos tres blancos. Por lo que respecta al ataque a la Maternidad, -sostuvo- explotó una bomba que los ucranianos habían escondido dentro, y aseguró que el imán de la mezquita también desmintió el ataque.
En cuanto al teatro, Nebenzia volvió a uno de los argumentos más repetidos por Rusia: el ultraderechista Batallón de Azov se había atrincherado dentro, con civiles, y “preparaba un acto sangriento dentro del teatro” para poder culpar de él a los rusos. Sin embargo, no aportó pruebas que sostuvieran sus afirmaciones.
Aún fue más lejos: dijo que en esa ciudad, los civiles solo desean ser evacuados a Rusia, y su país ha propiciado de hecho la evacuación de 30.000 de ellos, pero no puede sacar a más porque “los nazis los utilizan como escudos humanos”. Según Nebenzia, 250.000 ucranianos ha pedido viajar a Rusia en una línea telefónica especial puesta a su disposición por Moscú, “pero Ucrania no se lo permite”.
A pie de calle la situación es caótica. Las reservas de agua y comida se están acabando y prácticamente no se ha permitido la entrada de ayuda humanitaria durante dos semanas, alertó ayer el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA).
“La única manera de asistir a Mariúpol es a través de convoyes humanitarios, que por ahora no han logrado entrar”, señaló el coordinador de emergencias para Ucrania del PMA Jakob Kern, en videoconferencia desde Cracovia (Polonia).
Otras ciudades parcialmente cercadas como Járkov, Kiev, Odesa o Sumy sí están pudiendo recibir ayuda del programa de Naciones Unidas, que ha movilizado suministros para alimentar a tres millones de personas durante un mes, destacó el responsable del PMA en rueda de prensa. El organismo humanitario ya ha conseguido enviar a diferentes zonas de Ucrania 12.000 toneladas de esta ayuda, y otras 8.000 toneladas están esperando en países cercanos a poder acceder a ese país.
130 personas rescatadas. Al menos 130 personas han sido rescatadas con vida del refugio antiaéreo construido bajo el Teatro del Drama de Mariúpol, bombardeado hace dos días en un ataque que Kiev atribuye al Ejército ruso. Así lo señaló ayer la Comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano, Liudmyla Denisova. “Según nuestros datos, hay más de 1.300 personas que están en estos sótanos, en este refugio antiaéreo”, aseguró, sin dar más datos.