El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha anunciado este martes que el estado norteamericano ha alcanzado ya el "pico" de contagios de coronavirus, con cerca de 10.000 muertos por Covid-19, si bien ha insistido en que las medidas restrictivas seguirán vigentes.
"Creemos que hemos llegado al pico", ha dicho en la rueda de prensa diaria, aunque al mismo tiempo ha matizado que se trata más bien de "una meseta" porque "el volumen sigue siendo alto", con 1.600 nuevos casos y 778 nuevas muertes en las últimas 24 horas, lo que arroja un saldo de más de 196.000 positivos y cerca de 11.000 fallecidos.
Cuomo ha destacado que la incidencia del virus fuera de la ciudad de Nueva York es relativamente baja. Así, ha contado que en el resto del estado la curva de contagios ya se ha aplanado, salvo algunos puntos calientes entre los que ha mencionado Long Island y los condados de Westchester y Rockland.
Preguntado sobre cuándo se recuperará la normalidad en Nueva York, el gobernador ha insistido en que el confinamiento se mantendrá hasta el virus esté contenido. "Hemos visto países que han pasado exactamente por esto: empezaron a reabrir y después vieron cómo repuntaba la infección. Aprendamos de los errores del pasado", ha alegado.
No obstante, se ha mostrado consciente de que "la gente necesita volver al trabajo" y "el estado necesita una economía" activa, por lo que "esto no se puede mantener durante un largo periodo de tiempo".
Una vez más el líder neoyorquino ha aprovechado su comparecencia para reivindicar la acción de los estados frente a lo que considera un abandono por parte de la Administración federal de Donald Trump.
Cuomo ha defendido así el acuerdo alcanzado el lunes entre los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Rhode Island, Massachusetts, Connecticut, Pennsylvania y Delaware para coordinar acciones contra el coronavirus. "El virus no entiende de fronteras estatales", ha subrayado.
"PELEA" CON TRUMP
Además, se ha referido a la pelea política con Trump a cuenta del confinamiento. El presidente ha recordado que tiene "autoridad total" para revocarlo, si lo considera necesaria, mientras que Cuomo ha afirmado que desobedecería dicha orden en estos momentos porque "pondría en peligro la salud de la gente de mi estado".
"Esto sería lo peor que (Trump) podría hacer en estos momentos. Sería un acto dictatorial y un acto partidista" que dividiría al país, ha declarado horas antes a la cadena estadounidense CNN.
Trump ha interpretado estas palabras como una amenaza directa. "Cuomo ha estado llamando todos los días, cada hora, para suplicar por todo, la mayoría cosas que deberían ser responsabilidad estatal, como nuevos hospitales, respiradores, camas.. etc. Lo he hecho todo por él y los demás y ahora parece que quiere la independencia. Eso no pasará", ha escrito en Twitter.
Interrogado sobre el inquilino de la Casa Blanca, Cuomo se ha limitado a contestar que no va a entrar en una guerra dialéctica con Trump. "Si quiere pelea, no la va a conseguir conmigo (...) Esto es demasiado importante para que alguien se dedique al juego político", ha remachado.