Teherán - Irán respondió ayer que no está obligado a permitir el acceso a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a ciertas instalaciones, y acusó a Estados Unidos e Israel de presionar a la agencia. El representante permanente de Irán ante el OIEA, Kazem Gharibabadi, criticó que la petición del OIEA esté basada en informaciones de los servicios de inteligencia de otros países como Israel, que ha acusado a Teherán en varias ocasiones de ocultar instalaciones y de tener un programa atómico secreto.

“La solicitud del OIEA de aclaración o acceso adicional sobre la base de información fabricada y proporcionada por los servicios de espionaje no solamente es incompatible con los documentos fundacionales del Organismo y el régimen de verificación, sino que tampoco obliga a Irán a cumplir con estas demandas”, subrayó. En su informe publicado el martes, el OIEA criticó a Teherán por no esclarecer tres dudas y sospechas concretas acerca de posibles actividades no declaradas ni conceder el acceso a ciertas instalaciones.

Las dudas del OIEA incluyen la limpieza de una instalación supuestamente usada de forma no declarada y el supuesto almacenamiento de material nuclear y partículas de uranio natural procedentes de un lugar desconocido.

“dañar la cooperación” Gharibabadi lamentó que “una vez más Estados Unidos y el régimen de Israel están tratando de dañar la cooperación y las relaciones activas y constructivas entre el OIEA e Irán presionando a la agencia para que se aparte de sus deberes constitucionales”. “Si los países no toman medidas fundamentales contra tales conspiraciones, su soberanía nacional se verá socavada”, agregó el responsable iraní, citado por los medios oficiales.

El OIEA, dirigido desde diciembre pasado por el argentino Rafael Grossi, expresó este martes su “seria preocupación” por la falta de respuestas sobre pasadas actividades de la República Islámica.