Nueva York - Entre vítores de apoyo y aplausos, la activista medioambiental sueca Greta Thunberg, de 16 años de edad, desembarcó el miércoles en un muelle de Nueva York con su mensaje en defensa del medio ambiente, con el que partió del Reino Unido en un barco de vela hace dos semanas.
“Necesitamos ayudarnos unos a otros para actuar, porque de otra manera puede ser muy tarde; no esperemos más, hagámoslo ahora”, dijo Greta ante las decenas de personas que se acercaron a recibirla y que rompieron en una gran ovación tras escuchar estas palabras de boca de la adolescente, que el 23 de septiembre participará en la Cumbre de Acción Climática organizada por Naciones Unidas.
Durante una rueda de prensa organizada en un parque situado junto al muelle, apenas 5 minutos después del desembarco, la joven activista confesó sentirse abrumada y aseguró que todavía sentía como si el suelo temblara bajo sus pies. “Si lo que estoy haciendo puede marcar la diferencia y puede llamar la atención sobre la crisis climática, entonces voy a usar esta oportunidad para tratar de cambiar las cosas”, comentó Greta, que tras la larga travesía atlántica espera poder descansar un tiempo.
Diferentes organizaciones de defensa del medio ambiente se dieron cita para recibir a la marinera. “Estamos aquí porque (la crisis climática) es una cuestión de justicia intergeneracional y los adultos no están haciendo nada”, dijo a Efe la activista Vanessa Rule, cofundadora de la ONG Mothers Outfront. “Aunque el Gobierno de Estados Unidos no está haciendo mucho por el cambio climático, hay mucha gente en Estados Unidos que está presionando por un futuro mejor”, agregó.
En su comparecencia, Greta también tuvo unas palabras para el presidente estadounidense, Donald Trump. “Mi mensaje a Donald Trump es escucha a los científicos, pero obviamente él no hace eso”, aseguró la adolescente, que asumió que si nadie ha sido capaz de convencerlo sobre el cambio climático, ella tampoco lo logrará. “Lo que hago es enfocarme en extender la concienciación (sobre la crisis climática) y que la gente se dé cuenta”, dijo. Greta se ha convertido en fuente de inspiración para niños y adolescentes de todo el mundo, como para Shiv Soin, un neoyorquino de 18 años que se acercó hasta el muelle junto a varias decenas de jóvenes de entre 14 y 18 años para mostrarle su respaldo. “Es un importante símbolo de lo que podemos hacer”, dijo este joven que junto a sus compañeros grita: “Queremos justicia climática, ¿cuándo la queremos?, ahora. ¿Y si ni no la conseguimos? Gritaremos”.
En su último tramo por el archipiélago neoyorquino el Malizia II, que no empleó combustible fósil en su travesía, navegó escoltado por una flotilla de 17 barcos fletados por Naciones Unidas y que representaban los otros tantos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que la ONU querría que se cumplieran para el año 2030. “Hay que seguir, sé que puede parecer imposible y desesperanzador a veces (...), solo tenéis que continuar, porque si lo intentáis con la fuerza suficiente, el tiempo suficiente, marcaréis la diferencia y si hay suficiente gente luchando por lo correcto cualquier cosa es posible”, agregó Greta.