Gaza - Medio centenar de palestinos quedaron heridos de bala ayer por el Ejército de Israel en las protestas semanales de Gaza, marcadas por la tensión tras la muerte de una adolescente israelí en Cisjordania en un ataque con explosivo. La septuagésima primera jornada de la conocida como Gran Marcha del Retorno fue convocada en “Apoyo a Jerusalén” y el movimiento islamista Hamás, que controla de facto el enclave, pidió recordar el cincuenta aniversario en el que un extremista cristiano australiano quemó y causó graves daños en la mezquita de Al Aqsa.
Los enfrentamientos aumentaron en la frontera con el lanzamiento de granadas contra los soldados israelíes estacionados al otro lado de la línea divisoria, según relataron varios testigos a Efe.
La noche del jueves también se produjo un incidente por el lanzamiento de explosivos contra uniformados israelíes que respondieron abriendo fuego e hiriendo a un palestino. Además, durante la semana milicias lanzaron cohetes, uno interceptado por el sistema antimisiles y otros que cayeron en territorio israelí sin causar heridos, y fueron respondidos por bombardeos de Israel contra objetivos de Hamás en Gaza.
La jornada, durante la que se temía una nueva escalada, comenzó con un ataque con explosivo que terminó con la vida de una adolescente israelí de 17 años e hirió de gravedad a su padre y hermano, cuando se encontraban en una zona de excursionismo cerca de una colonia judía en el territorio ocupado de Cisjordania.
El Ejército de Israel lanzó una operación de búsqueda para encontrar al autor o los autores, de quienes no se han aportado datos, y bloqueó las carreteras de la zona, próximas a la ciudad palestina de Ramala.
El movimiento islamista Hamás “bendijo” el ataque, sin reivindicarlo, y lo calificó de “operación única” de la gente de Cisjordania que “no mantendrá la calma ni el silencio”. “Rezamos a Dios para que quien lo haya llevado a cabo esté protegido”, declaró el jefe de Hamás, Ismail Haniye, ante los fieles durante el rezo del medio día en la mezquita principal de Gaza.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, prometió “fortalecer los asentamientos judíos” y calificó el suceso como “duro ataque terrorista”. “Profundizaremos nuestras raíces y atacaremos a nuestros enemigos. Las armas de las seguridad persiguen a los aborrecibles terroristas”. - Efe