Moscú - Más de 600 personas fueron detenidas ayer en una manifestación no autorizada en el centro de Moscú en la que pedían unas elecciones libres y justas ante la negativa de las autoridades electorales a registrar a 57 candidatos opositores para los comicios municipales de septiembre.

Según el portal OVD Info, especializado en recuento de detenidos en manifestaciones, unas 648 personas fueron detenidas durante la protesta, si bien la Policía únicamente reconocía 295 arrestos, según la agencia Interfax.

Que la manifestación iba a ser reprimida por todos los medios quedó claro no solo por las duras advertencias de la Policía durante todo el viernes y las del alcalde Serguéi Sobianin ayer, sino también por el intento de las autoridades en los últimos días y las últimas horas previas de descabezar la protesta con registros en las viviendas y sedes de campaña de varios opositores.

El principal líder de la oposición extraparlamentaria, Alexéi Navalni, fue detenido el pasado día 24 y cumple un arresto de 30 días por llamamientos a participar en la manifestación. Incluso antes del inicio de la protesta fueron detenidos varios candidatos opositores a las elecciones locales cuyas candidaturas fueron rechazadas por la comisión electoral, entre ellos Dmitri Gudkov, antiguo diputado; Iván Zhdanov, director del Fondo de Lucha contra la Corrupción de Navalni, y Yulia Galiamina.

También fue detenida Liubov Sóbol, estrecha colaboradora de Navalni, y actualmente en huelga de hambre por la decisión de las autoridades de no inscribirla como candidata a las elecciones municipales del próximo 8 de septiembre.

Las autoridades maniobraron desde el principio para impedir la manifestación de ayer, después de que a la del fin de semana anterior -que estaba autorizada-, acudieran unas 12.000 personas, según la Policía, y 22.400, según la organización Contador Blanco, especializada en el cómputo de manifestantes.

Ante la ausencia de un recuento alternativo, la Policía cifra en 3.500 los asistentes a la marcha. En la céntrica calle Tverskaya, donde se encuentra el Ayuntamiento de Moscú, cientos de furgones policiales estaban aparcados a ambos lados de la avenida para llevarse a los detenidos. Algunos fueron arrestados sin aparente motivo, como un hombre que practicaba deporte por la zona antes de que comenzara la protesta, un hombre mayor que quería regresar a su casa y se le fue impedido el paso, o una mujer sentada en un banco, según pudo constatar.

Las Policía cerró los pasos subterráneos e impidió con vallas y con cordones humanos el paso no solo a los manifestantes, turistas y transeúntes, sino también a periodistas acreditados.