Hong Kong - Mientras en Pekín se inauguraba ayer viernes el II Foro de las Rutas de la Seda con representantes de más de 150 de países para hablar de inversiones, en Hong Kong reabría un museo único en el mundo al que China no dará publicidad alguna: el que conmemora la matanza de Tiananmen en 1989.
Un fragmento de la bala que alcanzó el fémur activista Zhang Jian en la madrugada del 4 de junio de aquel año, una réplica de Lego del hombre del tanque o dos relojes digitales de pared con la hora actual y las transcurridas desde la masacre son algunas de las piezas de la colección del nuevo Museo del Cuatro de Junio.
Tras varios años cerrado, la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Democráticos Patrióticos de China (HKA, por sus siglas en inglés) ha logrado comprar una nueva sede en la que mostrar y recordar los sangrientos sucesos que zanjaron las manifestaciones estudiantiles de mediados del 89 en la capital china. “Si no recordamos el pasado, perdemos la perspectiva de nuestro futuro”, aseveró el presidente de la HKA, Albert Ho, durante el discurso inaugural. Para Ho, la obstinación de la HKA por reabrir el museo pese a las dificultades planteadas por China -donde cualquier alusión a la matanza se censura de manera sistemática- demuestra un “compromiso en mantener la memoria, y buscar justicia y esperanza para el futuro” de su país. La nueva sede se encuentra en medio de un bullicioso laberinto de calles en el céntrico distrito hongkonés de Kowloon. - Efe