BANGKOK. Ambos fueron parte del operativo internacional que logró sacar con vida a los trece integrantes del equipo de fútbol juvenil Jabalíes Salvajes, que pasó encerrado más de dos semanas en el interior de la cueva de Tham Luang en la provincia septentrional tailandesa de Chiang Rai, un rescate que millones de personas siguieron en todo el mundo.
Harris se ocupó de sedar a los niños para evitar ataques de pánico mientras un equipo de buzos los llevaba al exterior a través de los largos y estrechos pasadizos de una cueva inundada, mientras que Challen realizó exámenes médicos a los pequeños futbolistas, de entre 11 y 16 años, y su entrenador, de 26 años.
Los dos submarinistas, que el pasado viernes visitaron en Bangkok al primer ministro de Tailandia -el general golpista Prayut Chan-ocha- y recibieron la Condecoración Real de la Admirable Orden de Direkgunabhorn, también se reunieron, en privado y lejos de las cámaras, hoy con los Jabalíes Salvajes.
Además, volvieron a entrar brevemente en la cueva, cuya entrada se ha convertido en una atracción turística, si bien el acceso a la gruta está prohibido, y rindieron homenaje a una estatua del soldado de la Armada tailandesa Saman Kunan, que falleció durante las operaciones de rescate.