PARÍS. El ministro de Cultura, Frank Riester, indicó que se trata de 15 obras de gran tamaño, procedentes en la mayoría de los casos de las capillas secundarias del templo, que no fueron afectados por el fuego que devastó la cubierta el pasado lunes, ni tampoco por las labores de extinción del mismo.
Las obras, del siglo XVIII, firmadas, entre otros, por Laurent de La Hyre y Charles Le Brun, fueron trasladadas a los almacenes del vecino museo del Louvre.
Tampoco parecen haberse registrado daños en la gran figura de la virgen junto al altar mayor del templo, mientras que todavía persisten dudas sobre el mármol de "La Piedad".
En paralelo, el presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, que se comprometió a ayudar a la reconstrucción de la catedral aportando nuevas tecnologías.
La organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) quiere aportar su "experiencia técnica" probada en la restauración en otros edificios y también en la colecta de las donaciones internacionales.
Además, estarán atentos a que el monumento, que forma parte de su lista del Patrimonio desde 1991, no pierda su "valor universal" que se respete "su integridad y su autenticidad".
El Gobierno francés lanzó un concurso internacional de arquitectos para la reconstrucción del templo en los próximos cinco años.
En el aspecto religioso, los responsables de la diócesis de París celebraron una procesión de Viernes Santo en los alrededores de la catedral, ceremonia que tradicionalmente tenía lugar en su interior.
En la misma, por motivos de seguridad, no se utilizó la corona de espinas de Cristo, que fue una de las reliquias salvadas de las llamas el pasado lunes por los bomberos.