BBRUSELAS. El vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, afirmó hoy que hay un "riesgo material" de que el Reino Unido salga de la Unión Europea sin un acuerdo el 12 de abril, fecha fijada por Bruselas para que Londres aclare cómo quiere proceder tras el rechazo al acuerdo de retirada.
"Hay un riesgo material de que el 12 de abril el Reino Unido deje la UE sin acuerdo. Este riesgo está ahí, así que del lado de la Comisión hemos completado nuestra preparación para un 'no acuerdo'", dijo Dombrovskis en una comparecencia ante la Comisión de Economía de la Eurocámara.
El vicepresidente de la CE admitió que, pese a las medidas de contingencia adoptadas por la Unión Europea, Bruselas "no será capaz de mitigar todos los posibles efectos negativos económicos".
"Mucho dependerá de la preparación de los mercados" financieros, dijo Dombrovskis, quien recordó que la Comisión ha pedido a los diferentes actores del sector financiero que estén preparados para todos los escenarios, incluido el de una salida del Reino Unido sin acuerdo.
Asimismo hay "riesgos residuales" que tendrán que ser abordados a nivel nacional por cada Estado miembro, añadió.
El comisario letón reconoció que un "brexit" sin acuerdo será "económicamente perjudicial", tanto para el Reino Unido como para los 27 Estados que permanecerán en la UE, porque "interrumpirá décadas de integración económica".
"Un 'brexit' sin acuerdo conllevará interrupciones en los negocios en ambos lados del Canal de la Mancha. Podríamos ver alguna volatilidad en el mercado, es por esto que los bancos centrales han anunciado medidas de liquidez", dijo.
Pese a ello, aseguró que el sistema financiero europeo es "capaz de soportar una desaceleración severa" y que la UE "puede salvaguardar la estabilidad financiera" en un escenario de "brexit" desordenado.
En la misma línea se pronunció la presidenta de la Junta Única de Resolución, Elke König, quien afirmó que espera que la salida del Reino Unido de la UE tenga un "impacto económico serio", pero no que provoque una "inminente crisis financiera".
También en una comparecencia ante el Parlamento Europeo, König dijo que las instituciones están "decentemente preparadas" para hacer frente al riesgo de una crisis de este tipo.
"Mi preocupación es el impacto en la economía real, que luego tiene un efecto colateral en las instituciones financieras", dijo la jefa de la agencia comunitaria encargada de intervenir si un gran banco europeo afronta una crisis que pueda poner en riesgo al sistema.
König destacó que las instituciones europeas tienen una "buena cooperación" con las autoridades británicas, en especial con el Banco de Inglaterra, y que espera que esto continúe así aun cuando el Reino Unido abandone la UE.
El riesgo de que el Reino Unido acabe abandonando el bloque comunitario sin un acuerdo que regule la salida ha aumentado después de que el pasado viernes el Parlamento británico rechazase por tercer vez el acuerdo de retirada cerrado entre la primera ministra británica, Theresa May, y Bruselas.
La próxima fecha clave para esclarecer el futuro británico es el 10 de abril, cuando la UE ha convocado una cumbre de líderes, dado que el Reino Unido debe decidir qué camino toma tras ese nuevo veto antes del 12 de abril, fecha límite para que convoque elecciones europeas si necesita seguir más tiempo en la UE.
"DECEPCIONANTE" El negociador de la Unión Europea para el Brexit, el francés Michel Barnier, ha calificado de "sorprendente" y "decepcionante" que el Parlamento británico haya votado en contra de las opciones que se le han planteado para conducir la salida de Reino Unido, desde el Tratado de Retirada negociado durante dos años entre Bruselas y Londres, hasta la alternativa de una unión aduanera o una salida abrupta por falta de acuerdo.
"Es sorprendente y decepcionante ver que la Cámara de los Comunes, la Cámara del país que ha decidido dejar la Unión Europea, siga sin tener ninguna mayoría positiva, solo mayorías negativas. No es así como vamos a organizar una retirada ordenada", ha resumido Barnier ante los eurodiputados de la comisión de Exteriores del Parlamento Europeo.
Westminster ha votado ya en tres ocasiones el acuerdo de retirada y el lunes rechazó también varias soluciones alternativas para la relación futura que Londres hubiera podido explorar con la UE, que ha aceptado aplazar hasta el próximo 12 de abril la ruptura para tratar de lograr 'in extremis' un acuerdo que permita una separación ordenada.
Barnier ha repetido que el escenario de un Brexit sin acuerdo no es la opción que desea la Unión, pero que su riesgo es cada vez mayor y por ello los Veintisiete han tomado las medidas necesarias para mitigar los daños de un divorcio caótico.
También ha apuntado el hartazgo del bloque comunitario por el modo en que la crisis provocada por el Brexit ha "monopolizado durante meses" la agenda común, a pesar de que la UE necesita afrontar otros retos.
"La opción de un Brexit sin acuerdo es verosímil, pero estamos preparados", ha dicho Barnier ante los eurodiputados, poco después de avisar de que "si Reino Unido quiere salir de manera ordenada, la única opción es votar a favor de este acuerdo".
El negociador europeo ha aprovechado su comparecencia ante la comisión de la Eurocámara para llamar la atención sobre el modo en que se ha querido utilizar el Brexit para debilitar la Unión Europea.
Barnier se ha referido así a una anécdota con el antiguo líder del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) y aún eurodiputado, Nigel Farage, al preguntarle el negociador europeo cuál creía que sería el marco de relación futura entre el bloque y Reino Unido. "Su respuesta fue extremadamente clara: Después del Brexit, la UE no existirá", ha recordado, para subrayar que hay quien quiere "destruir" la Unión.
CONDICIONES PARA UNA PRÓRROGA LARGA Barnier ha querido también subrayar que la responsabilidad de lo que suceda en las próximas semanas recae absolutamente sobre Reino Unido, a quien los líderes de la UE dieron la semana pasada la oportunidad de elegir cómo desbloquear la situación. En todo caso, una prórroga que vaya más allá del 22 de mayo implicará "obligatoriamente" que Reino Unido tenga que celebrar las elecciones al Parlamento Europeo del 23 al 26 de mayo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron un breve retraso para que la primera ministra británica, Theresa May, tuviera aún dos semanas para tratar de salvar el acuerdo de retirada en el Parlamento británico, pero éste lo tumbó por tercera vez el pasado viernes.
Así las cosas, Reino Unido dejará el próximo 12 de abril la Unión Europea de manera abrupta si se mantiene el no al acuerdo, a no ser que en la cumbre extraordinaria del próximo día 10 May ofrezca un plan alternativo detallado y creíble que justifique una prórroga mayor, que podría ir de uno a dos años.
Esta prórroga, en cualquier caso, estaría circunscrita según Barnier a que el aplazamiento sirviera para celebrar elecciones anticipadas, someter el Brexit a un segundo referéndum o bien porque se construye un consenso más amplio con los laboristas para salvar un Brexit ordenado.
De cara al futuro, ha añadido Barnier, la Unión Europea quiere iniciar "lo antes posible" las negociaciones con Reino Unido para fijar las condiciones de la relación, cuyas líneas maestras quedaron recogidas en la declaración política y que Bruselas sí está dispuesta a revisar con Londres para hacerla más ambiciosa.
Con todo, el negociador europeo ha advertido de que incluso en caso de un divorcio acordado las negociaciones llevarán varios años y se conducirán en al menos una docena de mesas de negociación, por la envergadura de asuntos que se deben pactar.
Si el acuerdo fracasa, sin embargo, supondrá también la "ruptura de la confianza" entre las partes, una confianza que habría entonces que reconstruir. Barnier, además, ha avisado a quienes ven en el fracaso del Brexit acordado una oportunidad para disipar las líneas rojas europeas de que el bloque las mantendrá sea cuál sea el marco de cooperación.
"Haremos las mismas preguntas, la frontera de Irlanda, el pacto financiero y la cuestión de los derechos de los ciudadanos seguirán ahí", ha resumido, para después insistir en que en la Unión Europea "no vamos a debilitar lo que somos porque se va Reino Unido".