caracas - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió ayer que castigará con “mano de hierro” a los funcionarios, especialmente a los que trabajen en la fuerza pública, que incurran en “traición” a su juramento. Durante el acto en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el líder chavista reiteró que un grupo de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) detuvo al presidente del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, en un procedimiento irregular y por el que los agentes implicados fueron destituidos. “Destituidos por prestarse a un show mediático en contra del interés nacional y así voy a actuar con cualquier funcionario que traicione el juramento público y cualquier funcionario que se preste, sea quien sea, se presente a donde se presente. Mano de hierro a la traición”, expresó.
En su discurso, ofrecido ante la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, dijo que la breve detención de Guaidó fue un “show” que contó “con la cooperación corrupta y traidora” de los agentes destituidos. “A mí no me va a temblar el pulso con nadie. Cuento con el apoyo del pueblo y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”, agregó el mandatario ante los más de 500 miembros de la ANC.
Fuerzas Armadas Guaidó dijo la víspera a periodistas que la versión oficial del incidente demuestra que Maduro “ya no controla las Fuerzas Armadas” lo que revela, agregó, el “grave problema” que vive la institución castrense.
Reiteró que la Cámara discutirá el martes un proyecto de decreto de amnistía para militares, a quienes la oposición les ha pedido el apoyo para “restablecer la democracia” en el país.
Guaidó pidió el viernes apoyo civil, militar y extranjero para asumir el mando del Gobierno en Venezuela en vista de la ilegitimidad que achaca la Cámara, y buena parte de la comunidad internacional, a Maduro.
El mandatario juró el jueves su segundo mandato de seis años luego de haber obtenido la reelección en mayo, en unos comicios señalados de fraudulentos y en los que no participó el grueso de la oposición.
Nota del Vaticano El Vaticano señaló ayer que la presencia de un enviado en la toma de posesión del segundo mandato de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela se debe a que “la Santa Sede tiene como finalidad promover el bien común, tutelar la paz y garantizar el respeto de la dignidad humana”. El portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, explicó en una nota que “la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con el Estado venezolano. Su actividad tiene como finalidad promover el bien común, tutelar la paz y garantizar el respeto de la dignidad humana”. - Efe