Bangkok - Las alarmas no se activaron en la noche del sábado en el litoral del estrecho de Sonda -entre las islas indonesias de Java y Sumatra- golpeada por un trágico tsunami en el que han perdido ya la vida al menos 222 personas, una cifra de muertos que se podría subir, alertan las autoridades. Además 30 personas permanecían ayer por la noche desaparecidas y otras 843 resultaron heridas. En el nuevo golpe que el país sufrió por un tsunami también se registraron graves daños en casas, hoteles, embarcaciones e infraestructuras, conforme al recuento provisional de la de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB).
Todas las víctimas son de nacionalidad indonesia y el número “podría subir” a medida que se acceda a lugares donde no han llegado hasta el momento los servicios de emergencia, apuntó Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de BNPB.
La erupción del volcán Anak Krakatoa -ubicado entre Java y Sumatra- se produjo a las 21.00 horas (hora local) del sábado y provocó un corrimiento de tierra submarino que, junto a la marejada por la luna llena, creó un tsunami que sorprendió unos 25 minutos después a cientos de personas agrupadas en las playas de la región.
La ausencia de un fuerte terremoto -fenómeno que sirve para activar el sistema de alarmas ante un posible tsunami- dejó silenciadas las sirenas mientras se aproximaban las olas gigantes, explican expertos de la Agencia Meteorológica, Climatológica y Geofísica de Indonesia (BMKG). El director del BMKG, Rahmat Riyono, señaló en rueda de prensa que conforme a las informaciones recogidas por los medios se estima que las olas habrían alcanzado una altura de hasta dos metros y se habían adentrado unos 19 metros desde la costa. “En el caso de terremotos, la posibilidad de un segundo tsunami es muy pequeña. Pero como este ha sido causado por una erupción, el escenario es diferente”, dijo a los medios Riyono, al señalar que el organismo observa la actividad del Anak Krakatau.
Este volcán, de 305 metros de altura e “hijo” del legendario Krakatoa, expulsó magma, rocas y una columna de humo a más de medio kilómetro desde su cumbre.
El grupo indonesio de música Seventeen se encontraba el sábado actuando sobre el escenario en la playa de Tanjung Lesung cuando la repentina subida de las aguas arrastró la estructura contra el público, como se aprecia en un vídeos sobre el desastre natural.
Riefian Ifan Fajarsyah, vocalista de la formación, confirmó a sus seguidores la muerte del bajista y el mánager de la banda y dijo que su novia y otros tres integrantes se encuentran desaparecidos. “Cuando ocurrió el incidente muchos turistas se encontraban en las playas a lo largo de Pandeglang”, en el noroeste de la isla de Java, a unos 100 kilómetros al oeste de Yakarta y un enclave vacacional para los capitalinos, indicó Sutopo.
En la localidad de Anyer, anexa a Pandenglang, las viviendas y edificios en primera línea de playa aparecen ahora como un amasijo de escombros amontonados a lo largo del malecón, mientras centenares de locales intentan recuperar algunos de sus enseres. Los equipos de emergencia con ayuda de maquinaria pesada tratan de encontrar a posibles supervivientes entre los escombros, y recomiendan a la población local evitar acercarse a las costas. “Mucha gente continúa en los refugios, mientras otros han regresado a sus hogares o permanecen con familiares. Los voluntarios de la Cruz Roja colaboran con asistencia médica y ayudan (a los oficiales) en la búsqueda de cadáveres y desaparecidos”, apuntó Aulia Arriani, portavoz de Cruz Roja Indonesia.
Indonesia se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.
El pasado 28 de septiembre, un terremoto de magnitud 7,5 en la zona central de la isla de Célebes desencadenó un tsunami que dejó 2.081 muertos y más de 200.000 desplazados. Entre el 29 de julio y el 19 de agosto, una serie de temblores en la turística isla de Lombok, cercana a Bali, causó 564 muertos y más de 400.000 desplazados, la mayoría de ellos tras un devastador terremoto de magnitud 6,9 el 5 de agosto.
El tsunami que ahora ha sacudido de nuevo en Sonda tiene lugar en los días previos al 14 aniversario del tsunami del Océano Índico que golpeó el norte de Sumatra y otros 14 países, el 26 de diciembre de 2004, dejando 226.500 muertos y cientos de desaparecidos, la mayor parte en Indonesia.