Washington - El nominado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para ser juez del Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, aseguró ayer que no pone en duda que una de las mujeres que le acusan de abuso sexual fuera realmente agredida, pero que no fue él quien lo hizo. “La verdad es que nunca he intentado violar a nadie en el instituto ni en ningún otro sitio. No pongo en duda, ni he puesto en duda, que quizá en algún punto de su vida la doctora (Christine Blasey) Ford fuese asaltada sexualmente por alguien en algún lugar, pero lo que sé es que nunca he asaltado sexualmente a nadie”, dijo Kavanaugh en una entrevista al canal Fox. El magistrado acusado por dos mujeres de abuso sexual se pronunció así en su primera aparición pública después de que se conocieran las alegaciones contra él, ambas datadas en los años 80.
“dignidad y respeto” Kavanaugh aseguró que siempre ha tratado a las mujeres “con dignidad y respeto”, y también reiteró que no va a dar un paso atrás por declaraciones que no considera ciertas. “No voy a dejar que acusaciones falsas nos saquen de este proceso”, incidió el juez, acompañado de su mujer, al ser preguntado si se había planteado renunciar a la plaza del Supremo y abandonar el foco mediático.
Reveló, además, que Trump lo acababa de llamar y se mostró confiado en que el presidente lo seguirá apoyando. El magistrado también pidió “un proceso justo” en el que se le dé la oportunidad de “ser escuchado”, “defender” su integridad y “limpiar” su nombre.
Aunque no está acusado de eso, Kavanaugh usó como argumento para su defensa que fue virgen hasta mucho después del instituto. “No tuve relaciones sexuales o nada parecido a relaciones sexuales en el instituto ni durante muchos años después”, dijo.
Ford, la primera de las dos mujer es en acusar a Kavanaugh, testificará el jueves en el Comité Judicial del Senado, el órgano que debe decidir si recomendar o no la candidatura del magistrado al resto de la cámara, que finalmente debe confirmarle. - Efe