Con cánticos como "la Policía y el Ku Klux Klan van de la mano", muchos manifestantes han criticado tanto a la Policía local como a la Universidad de Virginia por permitir que el año pasado un grupo de jóvenes se pasease por el campus con antorchas gritando mensajes antisemitas y racistas sin que las autoridades les llamasen la atención.

Varios de los estudiantes han declarado que están muy decepcionados con la respuesta policial, que este año ha sido mucho mayor que el año pasado a pesar del contexto y del hecho de que llevaban antorchas.

Las autoridades han desplegado varias unidades de agentes antidisturbios, provocando bastante malestar entre los estudiantes, lo que ha causado algunos enfrentamientos menores. La concentración ha finalizado sin incidentes y los organizadores han urgido a los participantes a salir del campus.

El nuevo presidente de la Universidad de Virginia, James Ryan, se ha disculpado públicamente por la falta de acción por parte de la universidad el año pasado.

El organizador de la marcha supremacista blanca del año pasado, el bloguero Jason Kessler, tiene planeado celebrar otra marcha este domingo en Washington al haberle denegado el permiso el Ayuntamiento de Charlottesville.