La Habana - El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, afirmó ayer que el mandato recibido por el pueblo “es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico y crucial”, marcado por los “avances en la actualización” del modelo económico y social del país.

Díaz-Canel pronunció ante la Asamblea de Cuba su primer discurso como presidente del país, en una intervención que arrancó con palabras de homenaje y reconocimiento a la generación histórica que hizo posible la Revolución.

“Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario”, dijo Miguel Díaz-Canel, quien leyó su discurso de pie en la tribuna de oradores del parlamento, al que acudió vestido con traje gris y corbata roja. Díaz-Canel recordó que con la constitución de la nueva Legislatura de la Asamblea culmina un proceso de “elevada significación política”, al tiempo que defendió el sistema electoral de Cuba donde no caben la “politiquería ni el fraude”. Díaz-Canel aseguró ayer que la política exterior de la isla se “mantendrá inalterable” y que el país caribeño “no hará concesiones contra su soberanía e independencia” ni “negociará sus principios”.

El primer mandatario cubano sin apellido Castro en casi sesenta años, dijo que el mundo está “en una coyuntura internacional caracterizada por la creciente amenaza a la paz y la seguridad”.

“En tal contexto ratifico que la política exterior cubana se mantendrá inalterable y reiteramos que nadie logrará el propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, porque Cuba no hace concesiones contra su soberanía e independencia”, señaló.

El nuevo gobernante, de 57 años, no mencionó explícitamente a Estados Unidos -con quien Cuba vive un momento de renovada tensión política tras el momento dulce del “deshielo” diplomático de hace tres años-, sin embargo insistió en que la isla “jamás cederá ante presión o amenazas”. “Los cambios que sean necesarios, los decidirá soberanamente el pueblo cubano”, subrayó Díaz-Canel, en referencia velada a las duras críticas del presidente de EEUU Donald Trump y los intentos de su administración de desestabilizar y propiciar un cambio de régimen político en la isla caribeña.

Antes, en un homenaje al saliente mandatario Raúl Castro, el nuevo presidente aseguró que contaría con los “aportes” y la guía del primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC). “Raúl es el mejor discípulo de Fidel (Castro) (...) es necesario orientando y alertando sobre cualquier error y deficiencia. Enseñando y siempre presto a enfrentar al imperialismo ante cualquier intento de agresión al país como el primero, con su fusil en la hora del combate”, enfatizó Díaz-Canel.

Raúl, asesor del presidente Sobre su predecesor, el nuevo presidente señaló que Raúl Castro “encabezara las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación”, aseguró. Ante la Asamblea de Cuba, Díaz-Canel dejó claro que aunque Castro se retira de la primera línea política, ya que tampoco formará parte del recién renovado Consejo de Estado, su opinión seguirá teniendo un enorme peso para el nuevo Gobierno.

Raúl Castro, que fue reelegido diputado en las elecciones generales de marzo y fue el candidato más votado del país, recibió en pie y muy sonriente una ovación de los más de 600 diputados del Parlamento cubano después de que el nuevo presidente subrayara que “Cuba lo necesita” Díaz-Canel, considerado un discípulo aventajado del menor de los hermanos Castro, dedicó una considerable parte de su primer discurso a reconocer el legado del ya expresidente durante sus dos mandatos.

“Con firmeza, sin apego a los cargos, con serenidad, madurez, confianza y firmeza revolucionaria, se mantiene por legitimidad y mérito propio al frente de la vanguardia política”, señaló en referencia a la permanencia de Raúl Castro al frente del PCC hasta el próximo congreso de la formación en 2021. También subrayó la “firmeza, dignidad y temple” con los que Castro dirigió las conversaciones para el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, su defensa de la unidad americana dentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ’y su contribución “decisiva” al éxito del proceso de paz en Colombia. - Efe