Estrasburgo - El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió ayer que la intervención en Siria se produjo dentro de “un marco legítimo” y que no tuvo nada que ver con acciones anteriores en países como Irak o Libia. “(Bachar) Al Asad está en guerra con su pueblo. Teníamos el deber de intervenir para defender nuestros valores. Además, las resoluciones de Naciones Unidas preveían el uso de la fuerza y (el presidente ruso, Vlamidir) Putin dijo hace un año en París que estaba de acuerdo”, afirmó Macron en una intervención ante el pleno de la Eurocámara. “En el contexto concreto de lucha contra el terrorismo, tres países hemos tenido que intervenir y hacer honor a la comunidad internacional. Lo hemos hecho dentro de un marco legítimo y multilateral y sin víctimas civiles”, defendió Macron sobre la intervención contra el supuesto uso de armas químicas llevada a cabo por Francia, Reino Unido y Estados Unidos Ante las críticas de algunos eurodiputados de la Izquierda Unitaria, Verdes y fuerzas euroescépticas de haber intervenido en Siria como en el pasado otros países como Irak, el presidente francés quiso diferenciar claramente esas acciones.

“Esta intervención de Francia y otros no tiene nada que ver con Irak o Libia. No tiene nada que ver porque no hemos declarado la guerra a Siria”, dijo Macron, que añadió que es Al Asad el que está haciendo la guerra “contra su propio pueblo”, argumentó. Macron señaló que seguirá trabajando por la paz en Siria y que para ello lo siguiente es que en el marco del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se establezca un marco de prohibición de armas químicas y se creen corredores humanitarios en el país. “El objetivo de todos debe ser la reconstrucción de Siria. No se puede dejar a la población en manos de Al Asad y de sus aliados, que están haciendo el trabajo sucio”, añadió el presidente francés ante los eurodiputados.

reformas Macron, abogó ante el pleno de la Eurocámara por reformas que revitalicen el proyecto comunitario y permitan a los ciudadanos europeos sentirse más protegidos gracias a la Unión, si bien no dio grandes detalles sobre cómo llevarlo a cabo. Macron se presentó convencido de que una UE fuerte dentro y fuera de sus fronteras es la mejor respuesta para los escepticismos y nacionalismos.

El presidente francés, que intercambió opiniones sobre el futuro de la UE durante más de tres horas, pidió “más solidaridad” con los refugiados, mayores contribuciones al presupuesto comunitario, crear un presupuesto para la eurozona y aumentar la carga fiscal a la economía digital, viejos deberes sobre cuya resolución no dio planes concretos. Macron, cuya vocación comunitaria debe leerse también en clave de política nacional recordó que el proyecto comunitario ha traído el mayor periodo de paz en Europa.