Beirut - Tan solo 24 horas después de que el mundo conociera el ataque aéreo conjunto entre Estados Unido, Reino Unido y Francia con más de 100 misiles, ahora parece haberse iniciado la batalla diplomática en tanto en el Consejo de Seguridad de la ONU como en la Liga Árabe para que Siria y sus aliados -Rusia e Irán- se sientan acorralados ante la comunidad internacional y poder con ello justificar una ampliación de las sanciones, así como poner en marcha una investigación sobre el uso y almacenamiento de armas químicas por el régimen sirio de Bachar Al Asad.

Sin embargo, el presidente de Siria, denunció ayer “la campaña de falacias y mentiras” contra su país por parte de EEUU y sus aliados ante el Consejo de Seguridad de la ONU, después de la ofensiva aérea lanzada en la madrugada del sábado contra posiciones gubernamentales en Siria. “La agresión tripartita con cohetes contra Siria estuvo acompañada de una campaña de falacias y mentiras en el Consejo de Seguridad por parte de los mismos países agresores contra Siria y Rusia”, se lamentó Al Asad durante una reunión con una delegación parlamentaria rusa en Damasco, compuesta por diputados del partido Rusia Unida, la formación que sostiene al presidente ruso, Vladimir Putin.

El presidente sirio consideró que esto prueba que Rusia y Siria “no solo libran una batalla contra el terrorismo sino también para proteger la ley internacional basada en el respeto a la soberanía de los Estados soberanos y la voluntad de sus pueblos”, según un comunicado de la Presidencia siria publicado en Telegram.

Por su parte, los parlamentarios rusos señalaron que “la agresión tripartita contra Siria es una violación clara de las convenciones internacionales y que se produce justo en el momento en que los sirios tratan de restaurar la estabilidad y continuar el proceso de reconstrucción de lo destruido por el terrorismo”. Y es que, tanto Damasco como Moscú han negado reiteradamente el uso de armamento químico en Duma el pasado 7 de abril.

Durante la reunión Al Asad no dejó pasar la ocasión para alabar los sistemas de defensa antiaérea rusos (aunque al parecer datan de la época soviética) que, según aseguró un miembro de la delegación, Dmitri Sablin, derribaron más de 70 misiles disparados por EE.UU, el Reino Unido y Francia. “Ayer repelimos la agresión estadounidense con cohetes fabricados en los años 70. Las películas americanas nos dicen que el armamento ruso es anticuado, pero ahora hemos visto quién está realmente atrasado”, subrayó Al Asad, según Sablin. Esto contradice las afirmaciones hechas ayer por las autoridades francesas que calificaron el bombardeo de “un éxito” y destacaron que las defensas antiaéreas de Siria fueron “muy débiles o incluso menos de eso”.

Respecto a la situación sobre el terreno, los medios de comunicación oficiales sirios informaron ayer de manifestaciones a favor del Ejército y en contra de la “agresión tripartita” en la provincia costera de Latakia y la vecina Hama, en áreas bajo el control de las fuerzas gubernamentales.

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, alabó ayer la ofensiva militar y se defendió de los “medios de comunicación falaces” que han criticado que el mandatario empleara la expresión “misión conseguida”.

“La ofensiva siria estuvo tan perfectamente ejecutada, con tal precisión, que la única manera que tuvieron los medios de comunicación falaces de menospreciarla fue por mi uso del término ‘misión conseguida’”, se lamentó Trump en su cuenta personal de Twitter.

Con este mensaje el presidente ha querido acallar las críticas surgidas por su uso de esta expresión al día siguiente de ordenar el lanzamiento de 105 misiles contra diversas instalaciones que presuntamente servían para el desarrollo y almacenamiento de armas químicas por parte del Gobierno de Bachar al Asad.

“Un ataque perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y por el poder de sus buenos ejércitos. No podía haber tenido un mejor resultado. ¡Misión conseguida!”, escribió Trump el sábado por la mañana en su red social favorita.

Esta afirmación ha levantado ciertas críticas debido a que, incluso desde el Pentágono, los principales mandos del Ejército han concedido que la operación apenas “cercena” la capacidad del “régimen” sirio de usar armas químicas en un futuro.

El director del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el teniente general Kenneth McKenzie, incluso reconoció el sábado, durante una rueda de prensa en el Pentágono, que aún pueden EEUUistir “partes residuales” del programa químico del “régimen” de Al Asad y que “obviamente la infraestructura química” siria supera las tres instalaciones destruidas. “Sabía que se aprovecharían de esto, pero me parece una EEUUpresión militar tan magnífica que debería recuperarse. ¡Empleadla a menudo!”, concluyó Trump al justificar su afirmación de que la misión había concluido.

Entre tanto, los investigadores de la OPAQ tratan desde ayer de recabar datos en una zona controlada por las fuerzas de Al Asad en su investigación sobre si realmente el ataque contra la población de Duma fue con gases químicos. Los investigadores tratarán de hacerse con pruebas materiales y tener acceso a testimonios de la tragedia, así como a fuentes proporcionadas por el Gobierno sirio.

Según ha advertido la propia OPAQ, “no podrá publicar información sobre la investigación en curso”, por lo que no se conocerán resultados hasta dentro de unos meses. París, Londres y Washington han sido criticados, incluso en sus propios países, de ordenar el bombardeo conjunto con misiles sobre Siria sin tener suficientes pruebas de la autoría del citado ataque en Duma. Los tres países se han defendido asegurando poseer informes que señalan al ejecutivo de Bashar Asad pero que no han presentado aún.