Lima - La corrupción y la necesidad del rearme institucional y moral para combatirla, el libre comercio y la necesidad de impulsar la cooperación público-privada marcaron ayer el desarrollo de la III Cumbre Empresarial de las Américas, el más influyente foro previo a la VIII Cumbre de las Américas.

Centenares de empresarios de todo el continente americano, entre ellos los más altos gerentes y directivos multinacionales, llegaron a Lima para debatir y analizar los temas que más preocupan a la patronal y los inversores internacionales con el fin de establecer recomendaciones que serán transmitidas a los altos representantes de los 34 países, entre ellos 19 jefes de Estado y de Gobierno, que desde ayer viernes se reúnen en la ciudad. Allí, a tono con el tema general de la reunión de mandatarios, que versó sobre Gobernabilidad democrática frente a la corrupción, los empresarios escucharon reiterados pedidos y propuestas para combatir una lacra que, entre otras cosas, también amenaza el desarrollo económico de toda la región.

El primero en hablar fue el presidente de Perú, Martín Vizcarra, quien pidió colaboración no solo para impulsar el crecimiento económico, sino para hacerlo a través de “la transparencia y la integridad”.

“Hay que encarar de manera decisiva el problema de la corrupción, promoviendo una cultura de integridad”, dijo el presidente, antes de invitar al empresariado a “sumarse a ese esfuerzo y cruzada y aceptar el desafío de establecer mecanismos para evitar prácticas vinculadas al cohecho e incentivar la transparencia”.

Más duro aún fue Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad que organizaba la reunión, quien directamente pidió a los empresarios que dejen de pagar sobornos para recibir contratos públicos.

Cambio en la cultura empresarial Según dijo Moreno, el plan del evento es establecer un compromiso anticorrupción entre los empresarios, un hito que “marcará un cambio histórico en la cultura empresarial de la región”. Entre otros aspectos de este acuerdo, Moreno adelantó los empresarios se comprometerán “a no hacer más contribuciones ilegales a las campañas, a no hacer obsequios a funcionarios y no pagar sobornos para quedarse con una licitación”. El alto ejecutivo del BID dijo que, en adelante, habrá dos tipos de empresas: “las que se colocan a la vanguardia y se someten al escrutinio de la sociedad y aquellas que se quedan atrás, pagando las consecuencias”.

Más allá de este tema, los diversos ponentes y foros de discusión abundaron en otros asuntos más habituales, entre ellos la necesidad de potenciar los acuerdos público-privados como una de las mejores formas de impulsar el crecimiento y atajar carencias como la falta de infraestructuras. - Efe