Washington - Tanto Estados Unidos como Reino Unido y buena parte de la comunidad internacional culpan a Rusia e Irán de su responsabilidad en el supuesto ataque con agentes químicos que el sábado mató a, al menos, 42 personas -halladas sin vida en sus residencias o en los refugios en los que se escondían de los bombardeos en Duma-, y dejo seriamente afectadas por el gas tóxico a más de 500 víctimas con serios síntomas de asfixia. Sin embargo, tanto las autoridades sirias como Rusia negaron rotundamente el uso de armas químicas en los bombardeos de Duma -la última ciudad siria de Guta Oriental que continúa en poder de los rebeldes- y ninguna otra fuente independiente la pudo confirmar.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó directamente a Vladimir Putin y a Irán del presunto ataque químico por apoyar al Gobierno de Bachar Al Asad. “Muchos muertos, incluidas mujeres y niños, en un ataque químico sin sentido en Siria. El área de atrocidades está bloqueada y rodeada por el ejército sirio, por lo que es completamente inaccesible para el mundo exterior. El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de respaldar al animal de Asad”, escribió el mandatario en Twitter.

Trump indicó, además, que estas acciones supondrán un “alto precio” que pagar para los responsables, y pidió que se abra la zona atacada “de inmediato” para que puedan asistir médicos y verificadores. “Otro desastre humanitario sin ninguna razón en absoluto”, insistió.

La madrugada del domingo, la portavoz estadounidense del Departamento de Estado, Heather Nauert, llamó a Rusia a detener su apoyo al gobierno sirio y le pidió que colabore con la comunidad internacional para buscar una salida al conflicto. “La protección del régimen de Asad por parte de Rusia y su incapacidad para detener el uso de armas químicas en Siria cuestiona su compromiso de resolver la crisis global y las mayores prioridades de no proliferación”, afirmó la portavoz.

El Gobierno estadounidense monitorea de cerca las informaciones sobre el presunto ataque a un hospital en Duma, donde, sin concretar el número de fallecidos, reconoció que puede haber “un número potencialmente alto de víctimas”. “Si se confirman, estos informes espeluznantes esto exige una respuesta inmediata de la comunidad internacional”, aseveró la portavoz.

Nauert insistió en que el historial de Asad con el uso de armas químicas contra su propio pueblo “no está en disputa” y recordó que hace un año las fuerzas del Gobierno sirio llevaron a cabo un ataque de gas sarín que mató a aproximadamente cien sirios. En aquella ocasión, el Gobierno de Trump respondió bombardeando la base aérea siria desde donde orquestó el ataque.

También el ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, ha pedido a Rusia que no obstruya una investigación sobre el presunto ataque químico en Duma, que calificó de “verdaderamente terrible”. Johnson sostuvo que las informaciones que apuntan a un bombardeo que dejó decenas de muertos y causó entre la población síntomas similares a los que produce el armamento químico deben ser “investigadas con urgencia” y “la comunidad internacional debe dar una respuesta”. “Los investigadores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas tienen todo nuestro apoyo. Rusia no debe tratar de obstruir una vez más estas pesquisas”, declaró Johnson en un comunicado.

Asimismo, la Unión Europea condenó el presunto ataque y reclamó a Irán y Rusia que utilicen su influencia sobre el régimen sirio de al Asad para frenar la escalada de la violencia, según un comunicado de la oficina del portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) en un comunicado. “Llamamos a los que apoyan al régimen, Irán y Rusia, a utilizar su influencia para prevenir más ataques y asegurar el cese o la reducción de la violencia, con la protección de civiles “como absoluta prioridad”, en la línea de las resoluciones de la ONU, declaró el SEAE. Más allá, la diplomacia comunitaria reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU a restablecer rápidamente los mecanismos para identificar a los perpetradores de los ataques químicos y señaló que la asunción de responsabilidades por los autores “es crucial”. Recordó el SEAE que la UE impuso en 2017 y 2018 medidas restrictivas adicionales a altos funcionarios y científicos responsables del uso de armas químicas en Siria y reiteró que “es muy reprochable que Moscú vetara la renovación del mandato para una investigación conjunta en noviembre de 2017”.

Respuesta En respuesta a esta acusaciones, Rusia aseguró que las denuncias de que las fuerzas gubernamentales sirias perpetraron el ataque químico son un nuevo intento de justificar una intervención militar en el país árabe. “El objetivo de estas falsas conjeturas, totalmente infundadas, es proteger a los terroristas y a la oposición radical que rechaza un arreglo político y, al mismo tiempo, intentar justificar posibles ataque militares desde el exterior”, informó la Cancillería en un comunicado.

La nota advierte que “una intervención militar bajo pretextos inventados y fabricados en Siria, donde se encuentran soldados rusos a petición del Gobierno legítimo, es absolutamente inaceptable y puede acarrear las consecuencias más graves”. Rusia considera que las denuncias son un nuevo caso de “desinformación” y recordó que la fuente de dichas informaciones, la ONG Cascos Blancos, acusados de connivencia con los terroristas, al igual que otras organizaciones con base en Estados Unidos y Reino Unido. - Efe