Jerusalén - Israel rechazó ayer la investigación independiente solicitada por la ONU y la Unión Europea sobre los incidentes del viernes en la Franja de Gaza, en los que murieron al menos 15 palestinos, y reconoce tener los cuerpos de otros dos fallecidos sobre quienes varias ONG han solicitado su evacuación. “Hicieron lo que tenían que hacer. Creo que todas nuestras tropas merecen un reconocimiento, y no habrá investigación”, aseveró ayer el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, a la Radio del Ejército, al considerar que “la mayoría eran terroristas”, después de que el Ejército asegurara que diez de los fallecidos son miembros activos de la organización islamista, Hamás.

Lieberman consideró que la petición de investigación es hipócrita y defendió la “actuación de las tropas” como lo hiciera el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que alegó que Israel estaba tomando “medidas firmes para defender su soberanía”.

Decenas de miles de palestinos secundaron el viernes en Gaza la llamada Gran Marcha del Retorno, la primera de una serie de movilizaciones que se extenderán durante seis semanas y que se encontró con una respuesta con fuego real por parte del Ejército israelí. Los 15 fallecidos confirmados, la mayoría por munición del Ejército israelí, y el alto número de heridos, más de 1.400, provocaron la conmoción de la comunidad internacional y las críticas de países y ONG que condenaron “el excesivo uso de la fuerza”.

El Ejército asegura que los manifestantes lanzaron objetos incendiarios contra los soldados y sobrepasaron los 300 metros donde tienen prohibido el paso, desde la frontera israelí hacia el lado palestino, ante lo que respondieron con amplio material antidisturbios, fuego real y gases lacrimógenos lanzados desde drones.

La ONG Al Mizan y la israelí Adalah -Centro Legal por los Derechos de la Minoría Árabe-, solicitaron el sábado a las autoridades de Israel el acceso a este área, al identificar el viernes a dos hombres que se encontraban en “condiciones desconocidas, heridos o muertos” a 150 metros de la frontera.

Ayer, el comandante general Yoav Mordejai, responsable del organismo militar que controla los territorios, COGAT, informó de que retienen los cuerpos de estos dos palestinos, lo que aumentaría a 17 los fallecidos durante la jornada del viernes, aunque el Ministerio de Sanidad de Gaza no ha confirmado esta cifra por el momento.

Mordejai identificó a los fallecidos como Masab Salul, un miembro del brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam, y Mohammed Rabaya, y aseguró que estaban armados y que tenían intención de “atentar contra Israel”. Además, advirtió de que no devolverán los cadáveres de quienes considera “terroristas” hasta que recuperen los cuerpos de los cautivos israelíes que Hamás mantiene en el enclave desde 2014.

Por su parte, el dirigente de Hamás, Ismail Haniyeh, valoró ayer como un éxito la convocatoria del viernes a la que según los organizadores se unieron 40.000 hombres, mujeres, jóvenes y menores. “La Gran Marcha del Retorno es un gran acto y un día de gloria en la historia de Palestina y del tipo de lucha popular y civilizada”, defendió Haniye y adelantó que continuarán.

una distancia de seguridad El diputado de la formación palestina Al Fatah, Ashraf Jomaa, pidió ayer una distancia de seguridad de 700 metros desde la frontera con Israel para desarrollar las actividades y mantener las tiendas de campaña que ayer continuaban levantadas con decenas de participantes. Por tercer día, se produjeron nuevo altercados con el Ejército, y un palestino quedó herido de gravedad por un disparo en la cabeza, según el Ministerio de Sanidad.

La Gran Marcha del Retorno, secundada por todas las facciones palestinas, se extenderá hasta el 15 de mayo cuando está prevista una gran protesta para conmemorar 70 años del Día de la Nakba, “catástrofe”, que para los palestinos recuerda el exilio que provocó la creación del Estado de Israel.

Por su parte, las autoridades iraníes denunciaron ayer los “crímenes” cometidos por Israel en Gaza con “el apoyo de Estados Unidos” y expresaron su total apoyo al pueblo palestino y a su “resistencia” frente a la ocupación. Los mensajes del Gobierno, el Parlamento y los Guardianes de la Revolución fueron unánimes en condenar los sucesos del viernes, en los que quince palestinos fallecieron en enfrentamientos con soldados israelíes en la frontera de Gaza.

El presidente del Parlamento, Ali Lariyaní, describió ayer los hechos como “una continuación de los crímenes cometidos por los sionistas con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos”. “Los terroristas que gobiernan Tel Aviv solo entienden el lenguaje del poder”, dijo Lariyaní, quien instó a la “resistencia” para contrarrestar “los ambiciosos objetivos del régimen sionista”. Por su parte, el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución criticó también en un comunicado el respaldo de Washington al régimen sionista.