Londres - Un Brexit duro, sin acceso al mercado único europeo y a la unión aduanera, costaría a los ciudadanos del Reino Unido 2.000 millones de libras a la semana (2.262 millones de euros), según aseguran los promotores de una campaña puesta en marcha ayer por partidarios de la permanencia del país en la Unión Europea (UE). Una cifra que los organizadores de esta iniciativa, entre los que se encuentra el político liberal demócrata Tom Brake, extraen de un informe oficial del Gobierno que, a comienzos de este mes, predijo que tras el Brexit (la salida de la UE) la economía del Reino Unido se ralentizaría en todas las regiones.

Un autobús, financiado gracias a la microfinanciación y con el eslogan ¿Merece la pena?, recorrerá la isla los próximos ocho días para tratar de concienciar a la gente de este “desorbitado” precio y de otras contrapartidas que traerá consigo el Brexit, efectivo el 29 de marzo del año que viene. Se trata de una campaña que responde directamente a la que antes del referéndum sobre la ruptura con la Unión Europea del pasado 23 de junio de 2016 pusieron en marcha los partidarios de la salida. En ella, aseguraban que una vez el Reino Unido dejara de tener que contribuir a las arcas de la Unión Europea, el Servicio Nacional de Salud británico (NHS por sus siglas en inglés) recibiría 350 millones de libras (396 millones de euros) más a la semana. Brake sostuvo que esta iniciativa es una manera de “recordar a la gente las mentiras que, sobre todo, personas como el ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, contaron antes del referéndum”.

El político negó que el NHS vaya a recibir esa cantidad de dinero como resultado de abandonar la Unión Europea y, por contra, manifestó que “afectará al crecimiento de la economía”. “Las pérdidas podrían alcanzar los 2.000 millones de libras (2.262 millones de euros) a la semana”, puntualizó. Una cifra que, según otro de los organizadores, Charles Seaford, no se han “inventado” ellos, sino que la han extraído del informe oficial del propio Gobierno británico al que tuvieron acceso el pasado 7 de febrero los diputados de la Cámara de los Comunes.

El citado documento reveló que el Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido se reduciría un 2 % si el Reino Unido sale de la UE pero permanece en el mercado único; un 5% si sale del mercado único pero firma un acuerdo comercial con el bloque y un 8% si rompe sus lazos con Bruselas sin un pacto.

una transición indefinida El Gobierno británico está a favor de que el periodo de transición que empezará tras el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, quede abierto, a fin de preparar la futura relación comercial entre Londres y Bruselas, según un documento oficial que fue filtrado ayer.

El texto, que publicaban ayer miércoles los medios de comunicación británicos, revela que el Reino Unido se muestra a favor de que Bruselas deje abierta la posibilidad de extender ese periodo de manera indefinida, en lugar de establecer un tiempo fijo de aproximadamente dos años.

La petición del Gobierno de Theresa May aborda un punto sensible para los diputados conservadores que respaldan la retirada “dura” del Reino Unido de la UE, sin acceso al mercado único europeo y a la unión aduanera, a fin de que el país pueda negociar libremente acuerdos comerciales con otros países tras el Brexit, cuya fecha está fijada para el 29 de marzo de 2019. La Unión Europea quiere que ese periodo de transición termine en diciembre de 2020 pero Londres prefiere que sea en marzo de 2021. “El Reino Unido cree que la duración del periodo debería estar determinada simplemente por el tiempo que llevará preparar e implementar los nuevos procesos y sistemas que van a apuntalar la futura asociación” con la UE, indica el texto.

Según los medios, Londres ha recibido presiones de las empresas británicas para mantener la puerta abierta a un periodo más largo, durante el cual el Reino Unido quedaría como miembro del mercado único y la unión aduanera, bajo jurisdicción del Tribunal europeo de justicia, pero no tendría voz sobre las reglas comunitarias.

conservadores ‘rebeldes’ Ayer, más de 60 diputados conservadores enviaron una carta a May en la que le hacen sugerencias sobre el Brexit y piden que el Reino Unido pueda negociar libremente acuerdos comerciales. La misiva, de la que informaban los medios británicos, fue enviada por parlamentarios que forman el llamado Grupo de Investigación Europeo, al que pertenecen políticos euroescépticos del Partido Conservador de la jefa del Gobierno.

Los diputados dicen que el Reino Unido debería quedar libre para negociar y firmar acuerdos comerciales con otros países fuera de la Unión Europea en cuanto salga del bloque en marzo de 2019.

Como miembro de la UE, el Reino Unido no puede negociar pactos comerciales con países fuera del bloque. Así, los firmantes subrayan que están a favor de que el Reino Unido tenga “autonomía regulatoria” a partir de esa fecha, algo que todavía no está resuelto porque Londres y Bruselas todavía tienen que negociar los términos del periodo de transición.

Los firmantes hacen hincapié en que las oportunidades que ofrece la salida de la UE solo pueden ser aprovechadas si el Reino Unido “puede negociar acuerdos comerciales con la mayor cantidad de países posibles” en cuanto abandone el bloque.

El Partido Laborista británico, primero de la oposición, ha señalado que la carta “expone las profundas divisiones que hay en el Gobierno conservador”, entre los partidarios de un Brexit duro y los que prefieren una salida más suave.

El Reino Unido y la Unión Europea empezarán pronto a negociar la segunda fase de las conversaciones sobre el Brexit, centrada precisamente en el polémico periodo de transición. - Efe