Seúl - Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, Kim Jong-un, llegó ayer a Corea del Sur junto a una delegación enviada por Pyongyang para asistir a los llamados Juegos de la Paz, una visita sin precedentes enmarcada en el proceso de deshielo entre ambos países. Considerada una figura de peso en el hermético régimen y muy cercana al dictador, Kim Yo-jong se ha convertido en la primera integrante de la dinastía Kim en pisar territorio surcoreano, donde además de asistir a la ceremonia inaugural de Pyeongchang 2018, está previsto que se reúna con el presidente del país, Moon Jae-in.
Una histórica y emotiva ceremonia abrió ayer los JJOO de invierno de PyeongChang, donde se escenificó el acercamiento de las dos Coreas con su desfile conjunto bajo una sola bandera y la inusual presencia de autoridades norcoreanas.
Esta aparición de los dos países, partidos desde 1945 y técnicamente aún en guerra, fue el epicentro de la inauguración y desató una sonora ovación de los 35.000 espectadores que llenaron el estadio olímpico del condado surcoreano.
Bajo la bandera con la península coreana en azul sobre un fondo blanco y liderados por la jugadora norcoreana de hockey hielo Hwang Chung-gum y el piloto surcoreano de bóbsled Won Yun-jong, más de un centenar de deportistas, desfilaron entusiasmados, una estampa que no se veía en unos Juegos desde Turín 2006. A continuación, con una conmovedora puesta en escena, se interpretó el Arirang, canción tradicional coreana por excelencia que es considerada el himno no oficial de los dos países y que narra la dramática historia de dos amantes que han sido separados.
En la recepción, el presidente honorífico norcoreano coincidió con el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, aunque ambos evitaron saludarse, así como con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, entre otros mandatarios internacionales presentes.
La delegación regresará hoy a Seúl para participar en un almuerzo y una reunión con Moon en la oficina presidencial, y tiene previsto volver el domingo a Corea del Norte en otro vuelo privado desde Incheon.
La hermana del líder, quien suele aparecer en un discreto segundo plano en los actos donde acompaña a Kim Jong-un en Corea del Norte, se mostró sonriente y distendida durante su llegada al aeropuerto y en la recepción que les ofrecieron allí las autoridades surcoreanas, según las imágenes captadas en los medios locales.