Londres - Tras conseguir recientemente la nacionalidad ecuatoriana, los abogados del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pidieron al tribunal británico que retirara la orden de arresto en el Reino Unido, pero ayer los magistrados de Westminster dictaminaron que esta sigue siendo válida y que será arrestado si decide poner un pie fuera de la Embajada ecuatoriana. Para los abogados del fundador de WikiLeaks, la orden emitida en 2012 por infringir sus condiciones de libertad bajo fianza ha “perdido su propósito”, por lo que defienden que sea retirada. En aquel entonces, Assange se enfrentaba a una petición de extradición a Suecia por supuestas agresiones sexuales. Unos cargos que la justicia sueca ya ha retirado.
“No estoy convencida de que la orden deba ser retirada”, explicó la juez superior de Westminster y magistrada, Emma Arbuthnot, tras considerar sus argumentos. Así, apuntó a que lo sucedido es una ofensa castigada hasta con una pena máxima en prisión de un año, por la que Assange debe dar explicaciones.
En su defensa, Assange argumenta que si abandona la embajada de Ecuador, donde se refugió en 2012 y que desde entonces no ha abandonado, tenía miedo de ser enviado a Estados Unidos y enfrentarse a un juicio por la filtración de cientos de miles de documentos militares y diplomáticos estadounidenses secretos. De hecho, en abril de 2017, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, dijo que arrestarlo era una “prioridad”, y a eso, su abogada en suelo británico, Jennifer Robinson, añadió en una entrevista a un medio australiano que el jefe de la CIA. describió a WikiLeaks como “una agencia de inteligencia no estatal hostil”.
Pero lo cierto es que incluso si la orden judicial hubiese sido suspendida, esto nunca garantizaba que Assange abandonase la embajada. Todavía se cierne sobre él la posibilidad de una solicitud secreta de extradición de los Estados Unidos, donde se enfrenta a una acusación por filtrar documentos que los funcionarios de los Estados Unidos consideran perjudiciales para la seguridad nacional.
Esos documentos están relaciones con las guerras de Afganistán e Irak a través de su plataforma WikiLeaks. La publicación tuvo lugar durante la campaña presidencial en Estados Unidos en 2016, cuando publicaron mails robados por hackers al Partido Demócrata estadounidenses.
Este no es el primer revés que recibe Assange, pues a principios de mes, el gobierno del Reino Unido se negó a otorgarle el estatus diplomático y le pidió que abandonara la embajada de Ecuador para “hacer frente a la justicia”. Las cosas parecían más fáciles en 2017 para el fundador de Wikileaks, cuando la fiscalía sueca archivaba el caso de las presuntas violaciones ante la sorpresa de muchos. - Rita Álvarez Tudela