Atenas - Varios centenares de miles de personas acudieron ayer desde toda Grecia a la plaza Syntagma de Atenas para exigir al Gobierno griego que no permita a la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) usar el término Macedonia en las negociaciones sobre el nombre de ese país. El centro de Atenas quedó bañado por un mar de banderas griegas, en una manifestación de patriotismo en la que no faltó una de las figuras más internacionales de Grecia, el compositor Mikis Theodorakis, en su momento el estandarte de la izquierda griega.
A sus 92 años, Theodorakis, orador principal de la concentración, lanzó una arenga contra lo que denominó la “peor forma del fascismo, el de izquierdas” y pidió al primer ministro griego, Alexis Tsipras, que no tenga miedo del pueblo y organice un plebiscito antes de ratificar un acuerdo con el país vecino. El compositor sostuvo que toda concesión a ARYM supondría una cesión de soberanía nacional griega y afirmó que con el uso del término Macedonia, el país vecino persigue ampliar sus fronteras en detrimento de Grecia.
La manifestación, a la que según la Policía asistieron 140.000 personas y según los organizadores, un millón y medio, había sido convocada por distintos colectivos de ciudadanos, militares en la reserva, así como expatriados residentes en EEUU, Canadá y Australia. Además, contó con el apoyo activo de la Iglesia Ortodoxa griega y -aunque de forma no oficial- de la fuerza mayor de la oposición, la conservadora Nueva Democracia, que quiso convertirla en protesta contra toda la gestión del gobierno de Tsipras.
Los organizadores habían fletado centenares de autocares, y las compañías de ferrocarriles y de ferries ofrecieron tarifas especiales para facilitar la llegada a Atenas. Personas de toda edad, aunque predominaban las edades entre 40 y 60 años, habían llenado ya la plaza horas antes del comienzo de la manifestación “Fuera las manos de Macedonia” o “Macedonia somos nosotros” eran algunos de los gritos más proferidos por las masas. Ninguna de las protestas de los últimos ocho años contra las medidas de austeridad, los recortes masivos de salarios, pensiones y ayudas sociales había conseguido reunir a una cantidad de personas semejante. - Yannis Chryssoverghis