Londres - Una exclusiva del Financial Times ha destapado casos de acoso sexual a azafatas en un evento benéfico organizado por el Presidents Club, que lleva celebrándose los últimos 33 años y en el que se recaudan fondos para organizaciones de ayuda infantil, y ha llevado a que importantes legisladores demanden leyes más duras contra el acoso.

La exclusiva se centra en un evento anual secreto, celebrado este año el pasado jueves en el exclusivo Hotel Dorchester de Londres. A las 10 de la noche, Jonny Gould subió al escenario para dar la bienvenida a una de las subastas más importantes del año. El propósito oficial de la reunión era recaudar dinero para causas benéficas como Great Ormond Street Hospital, el hospital infantil de renombre mundial en el distrito londinense de Bloomsbury. Tras el escándalo, el hospital anunció ayer que devolverá las donaciones y que cortará los lazos con el Presidents Club, la organización de caridad que convocó al evento. La presidenta del Comité de Igualdad, Maria Miller, tuiteó: “Espero que todos los hombres que asistieron a este evento piensen dos veces antes de aceptar otra invitación a un evento solo para hombres con 100 camareras”.

Entre los artículos de la subasta, un almuerzo con el ministro de Exteriores, Boris Johnson, o el jugador de cricket de Inglaterra Ian Botham y un té con el mismísimo gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney. También un viaje a un club nudista y otra una cirugía plástica en una clínica privada.

Al evento asistieron 360 hombres de la primera fila del mundo de los negocios, la política y las finanzas británicas. Allí trabajaron 130 azafatas especialmente contratadas para la ocasión.

Ropa interior negra Las directrices especiales para el acto era que usaran atuendos negros con ropa interior a juego y tacones altos. En una fiesta posterior a la subasta, muchas de la azafatas, algunas de ellas estudiantes que querían ganar un dinero extra, fueron manoseadas, hostigadas sexualmente y sometidas a preguntas incómodas. Los hechos fueron narrados en primera persona en el prestigioso diario económico por la periodista Madison Marriage, que se hizo pasar por una de las azafatas junto a otra reportera.

El resultado de la publicación, un tortazo en la cara para los asistentes y la cancelación inmediata de este acto, que había sido uno de los pilares del calendario social de Londres durante 33 años y una reunión importantísima para la recaudación de fondos a gran escala.

El Financial Times envió la semana pasada a dos personas encubiertas para trabajar como anfitrionas en la noche. Los requisitos para hacerse con el trabajo de azafata incluían ser “alta, delgada y guapa”. Con el pase, las reporteras también obtuvieron acceso al comedor y a los bares de los alrededores. Durante las seis horas que duró el acto, comprobaron cómo muchas de las mujeres fueron sometidas a comentarios ambiguos, lascivos y cómo sufrieron continuas solicitudes para unirse a los comensales en las habitaciones de Dorchester. Las azafatas informaron que los hombres llevaban las manos repetidamente a la falda; una dijo que un asistente le había enseñado su pene durante la noche.

Una “figura de la sociedad” Según los testimonios de varias mujeres que trabajaron esa noche en el acto, se produjeron abusos similares en muchas de las mesas. Otras azafatas dijeron que los hombres “repetidamente” ponían las manos sobre sus faldas. En el artículo también cuentan cómo una “figura de la sociedad”, cuyo nombre no publicaron, agarró a una de las “anfitrionas” por la cintura, acercándola hacia su cuerpo y diciéndole: “Quiero que te bebas este vaso, te desgarres las bragas y bailes en esa mesa”. WPP, el conglomerado de publicidad FTSE 100, patrocinó una mesa en el evento como lo ha hecho en años anteriores. Andrew Scott, su director de operaciones para Europa, ejerció de anfitrión de la mesa. Otros patrocinadores incluían a CMC Markets, la compañía de apuestas, y Frogmore, el negocio de inversión inmobiliaria con sede en Londres.

Entre otros asistentes, conocidas figuras británicas como Philip Green, de Arcadia Group, y el responsable de Ocado, Tim Steiner. Se calcula que durante los tres decenios que ha durado el The Presidents Club, ha recaudado más de 20 millones de libras para obras de caridad. De hecho, solo el citado evento del jueves recaudó más de dos millones de libras.“Realmente me sentí increíblemente triste y molesta por lo que había visto, por el hecho de que los niveles más altos de nuestra sociedad están operando de esta manera en 2018”, reconoció Marriage.