Washington - El Senado de Estados Unidos votó ayer a favor de avanzar una propuesta presupuestaria que permita reabrir el Gobierno federal en las próximas horas, después de que la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos provocara la extinción de los fondos en la medianoche del viernes. Los demócratas consintieron aprobar que se someta a voto final una medida de gasto provisional que durará hasta el 8 de febrero después de que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometiera permitir que un proyecto de ley de inmigración se someta a votación el mes próximo.
Con 81 votos a favor por 18 en contra, la medida necesitaba un mínimo de 60 votos a favor para progresar en la Cámara Alta, un texto que deberá ahora ser sometido a voto final antes de pasar a la Cámara de Representantes, donde se prevé que sea aprobada fácilmente.
“Después de varias discusiones, ofertas y contraofertas, el líder republicano y yo llegamos a un acuerdo. Votaremos para reabrir el Gobierno para continuar negociando un acuerdo integral”, dijo el líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer, antes del voto.
Schumer indicó que McConnell se había comprometido a que, si los negociadores no logran llegar a un acuerdo de inmigración antes de que expire la medida de gasto provisional el 8 de febrero, “el Senado procederá inmediatamente a la consideración de la legislación” para proteger a los jóvenes indocumentados conocidos como soñadores. “Ahora hay un camino real para obtener una ley en el pleno y a través del Senado. Es una buena solución y votaré por ella”, agregó Schumer.
Los demócratas impidieron el pasado viernes la aprobación de los fondos para financiar la Administración al vincular su apoyo a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de 800.000 soñadores que viven en el país. El programa con el que el expresidente Barack Obama protegió a esos jóvenes de la deportación (DACA) expira este 5 de marzo, tras ser cancelado el pasado septiembre por Trump. Los republicanos, por su parte, exigen que los demócratas incluyan en el nuevo acuerdo presupuestario fondos para la construcción del muro fronterizo en México, una de las controvertidas promesas electorales de Trump.
Los demócratas también demandan que los presupuestos aborden asuntos críticos para ellos, como la crisis de opioides que azota el país El proyecto incluye una extensión de financiación de seis años para el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP, en inglés), una prioridad fundamental para los miembros de ambas partes.
Celebración de trump El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró ayer el acuerdo alcanzado en el Senado para reabrir la Administración federal en las próximas horas, pero advirtió de que solo llegará a un pacto sobre inmigración con el Congreso si lo que le proponen los legisladores “es bueno para el país”.
“Me alegro de que los demócratas en el Congreso hayan recobrado el sentido y ahora estén dispuestos a financiar nuestro gran Ejército, patrulla fronteriza, servicios de emergencia y seguros médicos para niños vulnerables”, dijo Trump en un comunicado leído por su portavoz, Sarah Huckabee Sanders, en conferencia de prensa. “Como siempre he dicho, una vez que la Administración esté financiada, mi Gobierno trabajará para resolver el problema de la muy injusta inmigración ilegal. Alcanzaremos un pacto a largo plazo sobre inmigración si, y solo si, es bueno para el país”, añadió.
Preguntada ayer por si Trump apoya que se abra una vía a la ciudadanía para los dreamers o prefiere que simplemente se les conceda estatus legal, Sanders dijo que eso formará “parte de las negociaciones” con el Congreso, pero que la Casa Blanca quiere “encontrar una solución permanente” para esos jóvenes. En cuanto a si la Casa Blanca quiere proteger solo a los 690.000 dreamers que estaban protegidos por DACA hasta septiembre pasado, o podría aceptar un programa para una población más amplia de indocumentados, Sanders tampoco aclaró su posición, pero dijo que el Gobierno de Trump está “abierto a tener un debate” sobre eso.
De no llegarse a ningún acuerdo, la llamada opción nuclear, que el líder de la mayoría en el Senado -el republicano Mitch McConnell- puede convocar a discreción, cambia las reglas del Senado al requerir una aprobación sólo por mayoría simple (51) y no de 60 votos. Esa excepción, aprobada por los demócratas en 2013 para frenar entonces la obstrucción “sin precedentes” de los republicanos, pone en peligro la capacidad del partido de la minoría para frenar o bloquear el voto en casi cualquier materiaSin embargo, un portavoz de McConnell aclaró que el grupo parlamentario republicano en la Cámara Alta “se opone a cambiar las reglas sobre legislación”. - Efe