Sofía - El Parlamento de Bulgaria anuló ayer el veto presidencial sobre la primera legislación anticorrupción del país balcánico, pese a las críticas del jefe del Estado, Rumen Radev, y la oposición socialista, que la consideran inadecuada. La normativa fue ratificada por 146 diputados, mientras que 76 votaron en contra. El presidente carece, tras esta segunda votación, de la potestad para negarse a firmar la entrada en vigor de la normativa. La semana pasada, Radev vetó la normativa, aprobada por el Parlamento, alegando que el proyecto de ley no ofrecía el enfoque adecuado para luchar de forma efectiva contra tramas de corrupción. La nueva ley, adoptada al inicio del semestre de la presidencia búlgara de la Unión Europea (UE), prevé la creación de una unidad especializada para investigar a personas que ocupan altos cargos públicos, sus activos y conflictos de intereses.
La normativa ha sido respaldada por la coalición gobernante, formada por el populista partido conservador GERB y la nacionalista Unión Patriótica, así como otras formaciones menores; mientras que el mayor partido opositor, el socialista, se opuso.
Los socialistas comparten las críticas del presidente y consideran que la ley debería implicar a la sociedad civil, con la posibilidad de permitir denuncias anónimas, al tiempo que critican la elección por parte del Parlamento de los integrantes de esa unidad especializada anticorrupción.
La designación por parte del Parlamento de la cúpula de esa unidad podría afectar a su independencia y la oposición teme que sea utilizada para desacreditarla. “Si continuáis así Bulgaria no podrá entrar en Schengen porque la corrupción sigue siendo el problema principal y los gobernantes intentando ocultarla”, dijo en el Parlamento la líder socialista, Kornelia Ninova. - Efe