Washington - Un juez de Estados Unidos ordenó ayer al presidente Donald Trump que reactive parcialmente el plan migratorio DACA y siga recibiendo solicitudes de jóvenes indocumentados que quieren frenar su deportación, hasta que se hayan resuelto todos los desafíos legales pendientes en diferentes tribunales del país. El juez William Alsup, de la corte del distrito norte de California, emitió este martes su decisión, en la que califica de “arbitraria y caprichosa” la determinación que Trump tomó el pasado septiembre para acabar con DACA y dar al Congreso hasta el 5 de marzo para solucionar la situación de sus beneficiarios. El plan DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) fue promulgado en 2012 por el entonces presidente del país, Barack Obama, y protegió de la deportación y otorgó un permiso de trabajo temporal a unos 690.000 jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como dreamers (soñadores).

En el fallo emitido ayer, el juez Alsup considera que el Gobierno de Trump tiene la obligación de volver a aceptar las solicitudes de renovación a DACA por parte de aquellos individuos que ya habían recibido previamente los beneficios de este programa y que ahora se están quedando sin protección. Sin embargo, no pide al Gobierno de Trump que acepte nuevas solicitudes por parte de jóvenes que nunca antes se habían inscrito en el programa DACA.

El magistrado hace esta distinción porque considera que los demandantes, entre los que se encuentra la Universidad de California, han conseguido demostrar que los beneficiarios de DACA, sus familias, escuelas y comunidades sufrirían un “daño irreparable” si la extinción del programa sigue adelante.

Con el fin de evitar ese daño, el juez ordenó a Trump mantener parcialmente vivo el programa hasta que haya una solución definitiva en todos los litigios pendientes sobre DACA. Entre esos casos se encuentra, por ejemplo, la demanda que interpusieron el 11 de septiembre pasado de manera conjunta los estados de California, Maryland, Maine y Minnesota, que albergan en total a 238.000 “soñadores”. Esos estados alegan que el fin de DACA perturbará la vida de sus habitantes, provocará grandes daños a sus economías y ocasionará pérdidas a sus compañías, universidades y centros de investigación que dan empleo a los jóvenes indocumentados, pues con el fin del programa ya no podrían trabajar legalmente.

La decisión adoptada ayer por el juez Alsup, que fue nombrado para su puesto en 1999 por el presidente Bill Clinton, tiene carácter temporal y es probable que el Ejecutivo interponga un recurso.

la casa Blanca, “Indignada” La Casa Blanca consideró ayer “indignante” la orden del juez federal para que reviva parcialmente el plan migratorio DACA hasta que se resuelvan todos los recursos legales a esa medida. “Consideramos esta decisión como indignante”, aseguró Sarah Sanders, la portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado. Sanders subrayó que “un tema de esta magnitud debería discurrir a través del proceso legislativo normal”.

La portavoz comentaba así la decisión del juez William Alsup, de la corte del distrito norte de California que da al Congreso hasta el 5 de marzo para solucionar la situación de los jóvenes indocumentados que beneficia esta medida.

Finalmente, Sanders recalcó que “el presidente Trump está comprometido con el estado de derecho, y trabajará con miembros de ambos partidos para alcanzar una solución permanente que corrija las acciones inconstitucionales tomadas por el anterior gobierno”.

Este martes Trump mantuvo un encuentro con legisladores republicanos y demócratas para tratar de avanzar en las negociaciones de cara a una solución para los “soñadores”, como se conoce a los jóvenes beneficiarios de este programa.

Será un “proyecto de ley lleno de amor” hacia los “soñadores” (los beneficiarios del DACA) pero también debe incluir medidas para fortalecer la frontera con México, acabar con la “migración en cadena” que permite a los residentes permanentes en EEUU llevar al país a sus familiares y poner fin a la llamada lotería de visados, advirtió Trump.

El presidente respaldó la posibilidad de impulsar una reforma migratoria más amplia una vez que se solucione el tema de DACA y la seguridad fronteriza. - Efe