París - El Gobierno francés “estudia” el acercamiento de los presos corsos a la prisión de Borgo, la única sobre suelo de la isla de Córcega, aunque analiza “caso por caso” su situación, según anunció ayer la ministra delegada del Interior, Jacqueline Gourault. “Por supuesto que el acercamiento es posible”, señaló en una entrevista con la televisión Cnews esta responsable, conocida ya en los ámbitos políticos de París como Madame Córcega al haber sido designada por el presidente, Emmanuel Macron, para dirigir la política gubernamental en este expediente. Según Gourault, el Ministerio de Justicia estudia “caso por caso la situación de los presos en el continente, en función de la duración de sus penas y de su comportamiento”.

El acercamiento de los presos vinculados con el terrorismo y con el Frente Nacional de Liberación de Córcega, que anunció su desmilitarización en 2014, es una de las principales demandas de los gobernantes nacionalistas de la isla, quienes los consideran “presos políticos”.

Jacqueline Gourault también recordó que la decena de reclusos concernidos están en prisión por haber cometido hechos delictivos, “e incluso delitos de sangre”. Sin embargo, volvió a descartar que se pueda otorgar el estatus de cooficialidad a la lengua corsa, otra de las aspiraciones nacionalistas, “lo que no impide seguir desarrollando su aprendizaje”.

El próximo 22 de enero, el primer ministro francés, Édouard Philippe, recibirá en París a los presidentes del Consejo Ejecutivo de Córcega, Gilles Simeoni, y de la Asamblea corsa, Jean-Guy Talamoni, los dos candidatos de la coalición nacionalista que se impusieron en las elecciones del pasado mes de diciembre, donde obtuvieron 41 de los 63 diputados que compondrán la nueva colectividad territorial única de Córcega. Una victoria aplastante que legitima a los nacionalistas corsos para reclamar a París la concesión de un estatuto.

El presidente Macron, por su parte, tiene previsto visitar la isla por primera vez desde que asumió el cargo el próximo 6 de febrero. - Efe