Lima - El expresidente peruano Alberto Fujimori goza ya de su libertad después de 12 años, tras salir del hospital en el que permanecía ingresado desde el 23 de diciembre y con su polémico indulto, concedido por el mandatario Pedro Pablo Kuczynski en Nochebuena.
El que fuera jefe de Estado peruano entre 1990 y 2000 vuelve a vivir en libertad en su país a sus 79 años de edad, tras el indulto otorgado por Kuczynski solo 3 días después de que una facción del fujimorismo en el Congreso, liderada por Kenji Fujimori, evitase su destitución por presuntos vínculos con Odebrecht.
Alberto Fujimori fue detenido en 2005 en Chile, a petición de la justicia peruana que lo procesaba por las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, además de varios casos de corrupción.
Desde ese año, Fujimori estuvo en prisión en ese país y luego extraditado a Perú, donde fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de 25 personas en La Cantuta (1992) y Barrios Altos (1991), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina. Sin embargo, el indulto recibido por el expresidente ha generado una ola de protestas entre los familiares de las víctimas de las referidas matanzas, defensores de los derechos humanos, organizaciones sociales, partidos políticos e incluso excolaboradores del actual Gobierno. Fujimori llegó la pasada noche, tras ser trasladado en coche desde el hospital por su hijo menor, Kenji, a una lujosa casa de 1.900 metros cuadrados, con cinco dormitorios, baños con jacuzzi, piscina y plaza de aparcamiento para cuatro vehículos, cuyo alquiler bordea los 5.000 dólares mensuales.
La residencia, rodeada de amplios jardines, está en un condominio cerrado en la urbanización La Estancia, en el exclusivo distrito de La Molina, y el acceso quedó restringido por un contingente policial antidisturbios. Un grupo de manifestantes se reunió de madrugada para protestar contra la presencia del exmandatario en el lugar y convocó a una marcha contra el indulto el 11 de enero en Lima. La activista Gisella Ortiz, hermana de uno de los estudiantes desaparecidos de la universidad La Cantuta en 1992, expresó que “tras farsa de enfermedad grave, se va el delincuente Fujimori a disfrutar como si nada”. “Te habrás beneficiado indebidamente de un ilegal indulto pero eso no quita tu responsabilidad en muertes y corrupción de los 90. #IndultoEsInsulto”, escribió Ortiz en su cuenta de Twitter.
El abogado Carlos Rivera, defensor de los familiares de víctimas de ambas matanzas, expresó que la salida de Fujimori de la clínica Centenario, donde fue internado por la presunta gravedad de sus males, fue “todo un milagro gracias a PPK (iniciales de Kuczynski y de su formación política, Peruanos Por el Kambio)”. Rivera denunció que la clínica nunca informó de los males que aquejaron a Fujimori durante su reciente hospitalización y que esto será comunicado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sesión de febrero próximo, en la que evaluará el indulto otorgado al exmandatario.
La excandidata presidencial Verónika Mendoza, del movimiento izquierdista Nuevo Perú, dijo que las imágenes de Fujimori libre “son puñaladas en el corazón de la democracia y la dignidad nacional”. - Efe