Londres - La dimisión forzada de Damian Green, mano derecha y amigo personal de Theresa May, deja a la primera ministra mas sola que nunca. Tras crear un puesto a su medida tras las elecciones, la conservadora se vio obligada a echarlo por declarar éste que no era consciente de que en su ordenador había pornografía cuando en realidad sí lo sabía.

El ahora exprimer secretario de Estado continua sosteniendo que no descargó ni vio pornografía en su portátil, pero admitió que pudo haber sido “más claro” en sus declaraciones públicas sobre lo que sabía del material pornográfico. De hecho, Green negó los hechos en diferentes declaraciones a la prensa, pero la investigación interna del Gobierno, concluye que Green hizo declaraciones “inexactas y engañosas”. En su carta de dimisión, Green sigue negando haber descargado o consumido pornografía en el ordenador de su oficina en el Parlamento, tal y como había sacado a la luz pública el exdetective escocés Neil Lewis en una entrevista a la BBC. Los hechos se remontan a 2008, cuando la policía británica hizo una investigación sobre casos de fugas en el Gobierno y halló miles de fotografías pornográficas en el ordenador del secretario de Estado del Reino Unido, uno de los hombres de confianza de la primera ministra.

“Estaba en la mesa de su oficina, con su sesión abierta y entre correos electrónicos y documentos personales”, explicó Lewis en la entrevista, sorprendido por la cantidad de imágenes pornográficas halladas en el ordenador de la oficina de Green.

“Si bien puedo entender la considerable angustia que algunas alegaciones le causaron en las últimas semanas, sé que comparte mi compromiso de mantener el nivel más alto de (comportamiento) que el público exige de ministros de la Corona. Por lo tanto, es con profundo pesar que le he pedido que dimitiera del Gobierno y que aceptara su renuncia”, señaló May.

La de Green se convierte en la tercera salida de un ministro de su gabinete en los dos últimos meses. Durante una visita a Polonia, donde mantuvo conversaciones con su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, principalmente sobre el Brexit, May reiteró su preocupación por la conducta de la policía en el asunto y pidió una investigación a fondo sobre lo sucedido. De hecho, se indagará si los dos detectives violaron la Ley de Protección de Datos al divulgar la citada información.

“Como dije en mi carta a Damian, comparto las preocupaciones que han surgido en todo el espectro político sobre los comentarios que hizo un exoficial de policía, y esperamos que ese tema sea adecuadamente investigado, que sea tomado en serio y que sea mirado adecuadamente”, destacó May.

Pese a la tumultuosa salida, Green recibirá una recompensa de casi 17.000 libras (unos 20.000 euros), según confirmó la Oficina del Gabinete. Según una ley de 1991, los ministros menores de 65 años que pierdan sus trabajos y no obtengan un nuevo puesto en un plazo de tres semanas recibirán una indemnización por despido de tres meses de salario, independientemente de las circunstancias de su partida.

A ese escándalo se une la denuncia por acoso sexual a la activista política Kate Maltby, quien denunció al diputado conservador por haberle “tocado” la rodilla durante una reunión en un pub de Waterloo en 2015. La investigación concluye que no se puede probar qué pasó realmente cuando estaban en privado pero considera la denuncia de Maltby “plausible”. En su carta de despedida, Green pidió disculpas a la periodista por haberla hecho sentir incómoda en 2015.

Los problemas para May no acaban con esta dimisión. En una nueva una muestra de la debilidad del gobierno conservador, un grupo de sus propios diputados tories aprobó ayer una enmienda en el proyecto de Ley de Retirada de Reino Unido de la Unión Europea. Con ella, los Comunes fijaron la fecha del Brexit en el 29 de marzo de 2019 a las once de la noche, pero la fecha podría retrasarse en circunstancias “excepcionales” varias semanas o incluso un par de meses.

La salida de Green coloca a la dirigente británica en una situación difícil al haber perdido en dos meses a tres ministros de su gabinete.

May gobierna con dificultades ya que perdió la mayoría en las elecciones adelantadas del pasado junio, lo que le ha obligado a contar con el respaldo, para votaciones importantes en el Parlamento, de los diez diputados del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte.

La prensa británica especula que May podría dejar la designación del sustituto de Green para después de la Navidad y que la usaría como una oportunidad para mover otras piezas clave del gabinete. Green presidía varios comités de gabinete, pero el próximo no se celebrará hasta mediados de enero.

Uno de los ministros que se pronunció sobre la salida de Green fue el titular de la cartera de Sanidad, Jeremy Hunt. Fue claro diciendo que Green había mentido y que May había hecho lo correcto al despedirle. Hunt además defendió la importancia de que los cargos del Ejecutivo tengan el “nivel más alto de conducta”.