Naciones Unidas - La Asamblea General de la ONU se reunirá mañana jueves para votar una resolución contra la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. La sesión especial, solicitada por los países árabes, llega después de que Washington vetase este lunes una resolución con ese fin en el Consejo de Seguridad. Los palestinos ya habían adelantado ayer su intención de llevar un texto similar a la Asamblea General, donde ningún país tiene poder de veto, pero cuyas resoluciones no tienen el carácter vinculante de las del Consejo.
En una carta hecha pública ayer, el presidente de la Asamblea General, Miroslav Lajcak, confirmó que la reunión tendrá lugar mañana jueves. El pasado lunes, en declaraciones a los periodistas, el representante palestino ante la ONU, Riyad Mansur, confió en que la resolución obtenga un “apoyo abrumador” en la Asamblea. Mansur aseguró que el objetivo de los palestinos es seguir “presionando para crear una atmósfera que lleve a EEUU a dar marcha atrás en su postura sobre Jerusalén”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció este mes a Jerusalén como capital israelí, rompiendo décadas de consenso internacional, según el cual el estatus final de la ciudad debe ser acordado en un proceso de paz entre israelíes y palestinos.
El movimiento ha sido criticado por gran parte de la comunidad internacional y Washington se quedó solo en su defensa de la medida en el Consejo de Seguridad. Los otros catorce miembros del órgano -incluidos sus aliados más cercanos- votaron a favor de una resolución que pedía a EEUU dar marcha atrás y que reiteraba la doctrina de la ONU sobre Jerusalén.
La embajada la embajadora estadounidense, Nikki Haley, atacó con suma dureza al resto de países por su voto a favor de la resolución y amenazó con posibles consecuencias. “Lo que hemos visto en el Consejo de Seguridad es un insulto. No será olvidado”, dijo la diplomática. Haley consideró que, de manera implícita, la propuesta de resolución responsabilizaba a su país de perjudicar las perspectivas de paz en Oriente Medio, algo que calificó de “acusación indignante”. - Efe