Washington - La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer una gran reforma fiscal impulsada por el presidente, Donald Trump, que, de ser aprobada por el Senado como se espera, supondrá la primera victoria legislativa del magnate. Apoyada con 227 votos a favor, todos republicanos, y 203 en contra (los demócratas y doce votos conservadores), la ley es polémica porque no es habitual que el Congreso apruebe leyes de tanto peso sin un acuerdo bipartidista, ya que se trataría de la primera reforma fiscal desde 1986.

El texto fundamentalmente está dirigido a recortar impuestos a las grandes rentas y las empresas, reduciendo de forma significativa los aportes al fisco para las compañías de un 35% a un 21%, mientras que genera siete horquillas de pago fiscal para los individuos.

El proyecto de ley, que será votado seguidamente en la Cámara Alta, no deroga el impuesto al patrimonio o el impuesto mínimo alternativo para individuos, ambos objetivos a largo plazo para los republicanos, pero sí aumenta las cantidades de la exención.

Entre los aspectos más controvertidos, más allá de la reducción impositiva a las rentas más altas, la legislación deroga también el mandato de seguro individual requerido por la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama a partir de 2019 y permite la perforación en una parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico. - Efe