Berlín - La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, dejó ayer la decisión de “negociar en serio” otra gran coalición a los socialdemócratas de Martin Schulz, divididos ante el dilema de respaldar un nuevo Gobierno bajo liderazgo conservador o pasar a la oposición. La reunión mantenida el jueves por la noche entre Merkel, Schulz y el líder bávaro Horst Seehofer, a invitación del presidente Frank Walter Steinmeier, se celebró bajo compromiso de confidencialidad ya que toda decisión quedaba supeditada a consultas internas de los partidos, pero ayer estuvo dominado por las filtraciones.
Por un lado, el popular Bild -tradicional medio afín al bloque conservador- informó de una supuesta “disposición” de Schulz a proponer a su partido abrir negociaciones para gran coalición, a lo que siguió un airado desmentido del líder socialdemócrata calificando la información de “simplemente falsa”. Casi en paralelo, Der Spiegel avanzó lo que serían condiciones previas de Schulz a una alianza, formuladas a ese medio por el propio líder del SPD y que van desde una profunda reforma de la UE y del sistema social alemán, a modo de “respuesta positiva” a las propuestas del presidente francés, Emmanuel Macron.
“La CDU está dispuesta a entablar una negociación seria con el SPD, sin condiciones previas”, apuntó por parte de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel su secretario de organización, Klaus Schüler, única voz autorizada del partido de la canciller para informar de la reunión a los líderes del jueves. El sí o el no a negociar una nueva gran coalición -tras las que lideró Merkel en su primera y en su tercera legislatura- corresponde al SPD, fue el mensaje del representante de la CDU, que proponía una nueva ronda de consultiva entre los partidos implicados, el 10 y 11 de diciembre. La declaración de Schüler siguió a la comparecencia de Schulz, visiblemente enojado contra la filtración de Bild sobre una supuesta luz verde por su parte a la gran coalición.
Esas informaciones son “interesadas”, “inaceptables” y proceden sin duda de la CDU, afirmó Schulz, quien dijo haber hablado por teléfono con la canciller esa mañana para transmitirle su malestar por lo ocurrido tras el encuentro del jueves a cuatro bandas -incluido el presidente- y bajo compromiso de confidencialidad.
resistencia La filtración había desatado ya reacciones de las juventudes socialdemócratas, que previamente habían advertido de que presentarán resistencia a otra gran coalición, por considerarlo un “peligro para la credibilidad” del partido. Tanto en su campaña electoral como tras los comicios del pasado 24 de septiembre Schulz ha rechazado una reedición de la alianza de Gobierno entre su partido, la CDU de Merkel (en el poder desde 2005) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
El líder socialdemócrata empezó a ceder, ante el requerimiento del presidente Steinmeier -del SPD- a aceptar abrirse al diálogo, tras el fracaso de las negociaciones para formar Gobierno entre los conservadores, los liberales y los verdes. Schulz insistió en que hay “otras opciones” a analizar e insistió en que cualquier decisión se adoptará por el partido, a cuya ejecutiva trasladó los contenidos del encuentro mantenido con la canciller.
A esa consulta interna seguirá el lunes la otra reunión de la ejecutiva, preparatoria para el congreso del SPD de los próximos días 7, 8 y 9, en el que Schulz se someterá a su reelección como jefe del partido. La cita de Schulz con sus delegados se prometía ya muy compleja, después de que bajo su liderazgo el partido quedase hundido en su mínimo histórico en las pasadas generales. La familia socialdemócrata parecía resignada a “regenerarse en la oposición”, como dijo Schulz, pero ahora está dividida entre la posibilidad de respaldar a Merkel en la formación de un Gobierno estable, como vía para evitar nuevas elecciones.