El Cairo - El presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, prometió ayer que el Ejército y la Policía “se vengarán” por las víctimas del peor ataque terrorista perpetrado en la historia reciente de Egipto, que ha dejado al menos 270 muertos.

Las Fuerzas Armadas y la Policía “se van a vengar por nuestros hijos para recuperar la estabilidad y vamos a responder a este acto con una fuerza brutal”, aseguró el mandatario en una alocución transmitida por la televisión oficial egipcia.

El atentado tuvo lugar ayer en la mezquita Al Rauda, frecuentada por los sufíes -una rama del islam- en la localidad de Bear al Abd, al oeste de Al Arish, la capital del norte del Sinaí egipcio. “Egipto afronta el terrorismo solo, en nombre de la región y de todo el mundo”, afirmó en árabe clásico el mandatario egipcio, quien añadió que “este es un intento para frenar nuestros esfuerzos de la lucha antiterrorista”.

Asimismo, pronunció una frase en dialecto egipcio: “Veremos a ver a quién ayuda Dios, porque Dios ayuda a la gente buena y no a la gente malvada”, y arguyó que, pese a este ataque, “seguiremos resistiendo”.

Según la televisión oficial egipcia, Al Sisi ha ordenado el pago de 200.000 libras egipcias (unos 11.300 dólares) a las familias de las víctimas mortales, mientras que 50.000 libras (unos 2.826 dólares) irán para las familias de los heridos.

La presidencia egipcia declaró tres días de luto nacional por las víctimas del ataque en la mezquita.

En la provincia del Norte del Sinaí, donde está vigente desde 2014 el estado de emergencia, opera la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), llamada Wilayat Sina, que se ha atribuido la mayoría de los atentados ocurridos en los últimos años en el país. Desde el pasado diciembre, Egipto ha vivido una serie de atentados contra los cristianos coptos y el país se encuentra en estado de emergencia desde abril por los atentados contra dos iglesias coptas en el delta del Nilo.

La ONU condenó el “cobarde ataque terrorista”, el más mortífero en la historia moderna de ese país.

En un comunicado, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó a través de su portavoz su condena “en los más duros términos” por este atentado.

También dijo que confía en que los responsables de la matanza sean llevados rápidamente ante la justicia, e hizo votos para que se recuperen pronto los heridos. Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU calificó el ataque como “cobarde” y “atroz” en un comunicado difundido por el presidente de turno de ese órgano de Naciones Unidas, el embajador italiano Sebastiano Cardi.

En Euskadi, el lehendakari, Iñigo Urkullu, condenó ayer, en nombre de su Gobierno, el “brutal” atentado terrorista contra una mezquita en el norte de la península egipcia del Sinaí. Urkullu, a través de las redes sociales, y trasladó también su solidaridad a las víctimas y a sus familiares así como a todo el pueblo egipcio. - Efe