Washington - La prometida reforma fiscal del presidente Donald Trump, la más profunda desde los 80, afronta los primeros obstáculos legislativos por las diferencias en el seno de la mayoría republicana en el Congreso. Tanto la Cámara de Representantes como el Senado han presentado propuestas paralelas de reforma fiscal, que si bien concuerdan en general en los agudos recortes de impuestos para empresas y trabajadores, difieren lo suficiente en tiempos y tramos impositivos para hacer prever una batalla en el Congreso.
Tras las grandilocuentes palabras de Trump, que señaló que la reforma implica los mayores recortes de impuestos desde la década de los 80 y serán efectivos para todos los contribuyentes, la plasmación sobre papel de las propuestas legislativas ha generado el primer baño de realismo. Por un lado, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ha insistido en que su propuesta implica un “alivio real” para la clase media y recalcó que el ahorro para la típica familia estadounidense sería de 1.182 dólares al año.
Por su parte, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, afirmó en cambio que “no se puede garantizar que absolutamente nadie verá aumentar sus impuestos”. Las declaraciones de McConnell se producen después de que se conociese la propuesta del Senado que retrasa un año hasta 2019 la iniciativa estrella de Donald Trump, la bajada del impuesto de sociedades que pagan las empresas de 35% a 20%, y que había sido aceptada en el plan de la Cámara de Representantes.
Trump y su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, insistieron en que esta reducción es clave para acelerar el crecimiento económico hasta cerca del 4% anual, una de las promesas electorales del presidente.
Asimismo, el Senado mantiene los siete tramos impositivos frente a la simplificación hecha por Trump y la Cámara de Representantes, que las reducía a solo tres. A ello, se suma que el presidente estadounidense busca cuadrar el círculo en materia fiscal, ya que asegura que los recortes de impuestos se pagarán a sí mismos gracias al inmediato repunte económico. - A. Fernández