Bruselas - Los ministros de Defensa de la OTAN abordaron ayer los retos a los que se enfrenta su misión de formación, asesoramiento y asistencia a las fuerzas de seguridad de Afganistán, a la que quieren dotar de otros 3.000 efectivos en los próximos meses.

“Las fuerzas afganas están haciendo progresos, aunque la situación sigue suponiendo un gran desafío”, declaro el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de dos días de reunión ministerial. Los ministros abordaron ayer el nivel de tropas que necesita su misión en el país asiático, así como la financiación de las fuerzas afganas, los progresos en la reconciliación nacional y en las reformas con las que se ha comprometido el Gobierno de Kabul y la implicación de Pakistán.

Actualmente la misión Apoyo Decidido de la OTAN cuenta con unos 13.000 efectivos de 39 países (entre aliados y socios), pero se espera que pase a tener unos 16.000 en los próximos meses, según Stoltenberg. Estados Unidos ya ha asegurado que, a través de su nueva estrategia para el sur de Asia, aportará nuevos efectivos, aproximadamente la mitad del total que se sume a la misión, aunque el jefe del Pentágono, James Mattis, rehusó ayer en una rueda de prensa confirmar el número exacto. Otros 27 países se han comprometido ya a contribuir con más tropas.

Stoltenberg hizo hincapié en que no se trata de volver a una misión de combate, sino de reforzar la que está en marcha con el fin de que las fuerzas afganas lleguen a ser autónomas a la hora de garantizar la seguridad del país.

“Estaremos todo el tiempo que sea necesario” en Afganistán, subrayó. El político noruego celebró los compromisos que están asumiendo los países y recordó que aún no es posible contar con cifras definitivas dado que aún no ha concluido el llamado proceso de “generación de fuerzas”.

También elogió el compromiso de los aliados y sus socios para seguir financiando a las fuerzas afganas hasta, al menos, 2020. - Efe