MADRID. Las tasas de desnutrición en el norte de Rajine, apunta UNICEF, ya estaban por encima de los umbrales de emergencia y la situación de estos niños se ha deteriorado aún más debido al largo viaje para cruzar la frontera y a las condiciones de los campos.

Unas 26.000 personas viven ahora en el campo de Kutupalong, donde hay una grave escasez de agua y comida, condiciones insalubres y altas tasas de diarrea e infecciones respiratorias. Además se han registrado casos de sarampión.

EVALUACION NUTRICIONAL

La evaluación de la situación nutricional en Kutupalong se llevó a cabo entre el 22 y el 28 de octubre en 405 hogares, que incluían familias que llegaron tanto antes como después de la intensificación de la violencia en Rajine el 25 de agosto.

UNICEF tiene previsto realizar otras dos evaluaciones en otros asentamientos en noviembre, una de ellas en un asentamiento provisional, y con los resultados de los tres estudios se actualizará el número de niños que se espera que sufran desnutrición aguda grave durante los próximos meses, para poder planificar la respuesta de emergencia.

El Fondo de la ONU para la Infancia también está trabajando con aliados en materia de salud para identificar y tratar la diarrea y la neumonía, y este mes dirigirá una campaña masiva de vacunación y otra de evaluación nutricional.

"La comunidad humanitaria necesita poder hacer mucho más para tratar y proteger a estos niños, extremadamente vulnerables", explica Beigbeder. "Para ello necesitamos que se preste más atención a esta crisis, y que haya más recursos para la respuesta. Estos niños necesitan ayuda ahora", ha concluido.