Berlín - La decimonovena legislatura del Parlamento alemán arrancó ayer marcada por la irrupción de la ultraderecha y el nombramiento del exministro Wolfgang Schäuble como presidente del Bundestag, mientras conservadores, liberales y verdes trataban de formar gobierno en negociaciones paralelas.
La sesión constitutiva del nuevo Legislativo, fruto de los fraccionados resultados electorales del 24 de septiembre, evidenció el abismo que separa a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) del resto de formaciones, con los primeros llamamientos al debate democrático dentro del respeto a las reglas de juego. La sesión sirvió, en primer lugar, para elegir de forma mayoritaria como presidente de la cámara baja al que ha sido ministro de Finanzas durante los últimos ocho años y su parlamentario más experimentado, diputado desde 1972.
“Me alegro de esta nueva tarea. En el Parlamento late el corazón de la democracia”, aseguró Schäuble, tras recibir 501 votos a favor, 173 en contra, 30 abstenciones y un voto nulo.
En su primer discurso desde la presidencia, el veterano político apeló a los parlamentarios para que la “disputa democrática”, a su juicio “necesaria” se lleve a cabo dentro de unas “reglas” aceptadas por todos. “Tenemos la obligación de respetar este lugar”, dijo Schäuble para pedir a los diputados que ayuden a reforzar la “democracia representativa” e instar veladamente a AfD a acatar las decisiones que apruebe la mayoría.
AfD, por su parte, recibió desde el inicio de la sesión los primeros reveses en su recién estrenada faceta como grupo parlamentario, el tercero de la Cámara.
Todos contra la ultraderecha Su primera petición, una solicitud de tipo procedimental, fue rechazada de forma unánime por los demás partidos y luego, en un movimiento inusual, los otros cinco grupos votaron mayoritariamente en contra de su candidato para ocupar la vicepresidencia que le corresponde a AfD. El ultraderechista Albrecht Glaser fue rechazado en tres votaciones sucesivas de forma abrumadora, mientras los aspirantes de los conservadores, los socialdemócratas, los liberales, los izquierdistas y los verdes obtenían un respaldo transversal más allá de las líneas partidistas para sus respectivas vicepresidencias. Glaser fue bloqueado por una mayoría de diputados por haber defendido retirar el derecho de libertad religiosa a los musulmanes, al considerar que el islam “no reconoce ni respeta la libertad religiosa”.
Tras la sesión, los ministros de la pasada legislatura, encabezados por la canciller alemana, Angela Merkel, acudieron a una ceremonia a la residencia del presidente del país, Frank-Walter Steinmeier. - Efe