Kabul - Dos ataques casi simultáneos contra dos mezquitas en Kabul y en la provincial occidental de Ghor causaron ayer decenas de muertos en Afganistán, cerrando una semana negra con cinco ataques de envergadura. Después de que los talibanes acabasen esta semana con la vida de más de un centenar de personas en tres ataques coordinados contra bases militares y cuarteles policiales, otras dos acciones sumaron ayer casi 60 víctimas mortales y más de medio centenar de heridos al balance de la sangrienta hebdómada. La de mayor envergadura tuvo lugar en un barrio habitado por la perseguida minoría étnica hazara en Kabul, en concreto en el interior de una mezquita chií, blanco frecuente de acciones de este tipo. En esta ocasión, un atacante suicida se posicionó entre los fieles que habían acudido a rezar a la mezquita Imam Zaman, en el oeste de la capital, e hizo detonar los explosivos que portaba en su chaleco. Todo ello ocurrió sobre las 18.00 hora local (13.30 GMT), dijo el portavoz de la Policía local, Basir Mujahid. De acuerdo con su relato, el insurgente tomó posición en la tercera fila, ya que los musulmanes suelen rezar en ordenadas filas horizontales. Cuando se inmoló, se encontraba de pie en medio de los fieles, precisó el Ministerio de Interior afgano en un comunicado.
Una fuente de seguridad que pidió el anonimato detalló que un gran número de personas estaban congregadas en el lugar cuando tuvo lugar la explosión, ya que la rábida Imam Zaman, situada en el área de Dasht-e-Barchi, es muy popular entre los lugareños. El último balance ofrecido por el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Najib Danish, en su cuenta de Twitter sitúa en 39 el número de fallecidos, todos ellos civiles que se encontraban allí para ofrecer sus plegarias, y habla de 45 heridos. Apenas una hora antes, otro atacante suicida hacía detonar los explosivos que portaba en el interior de la mezquita Khwajagan, en el distrito de Du-Layna de la provincia de Ghor. - Efe