berlín - La canciller alemana, Angela Merkel, inició ayer con optimismo las difíciles negociaciones para formar un Gobierno tripartito con liberales y verdes tras las elecciones de septiembre, una alianza inédita a nivel federal.
Las primeras reuniones de los conservadores, por la mañana con una delegación del Partido Liberal (FDP) y por la tarde con Los Verdes, concluyeron con mensajes de confianza, aunque advirtieron de que el camino será largo, dadas las claras diferencias de partida en política migratoria, fiscal y medioambiental. Merkel encabezó la delegación de la Unión Cristianodemócrata (CDU), pero fue su secretario general, Peter Tauber, quien resumió en unas breves declaraciones a la prensa las “buenas sensaciones” tras las “constructivas” primeras reuniones. “Los primeros metros han ido bien”, señaló, por su parte, la secretaria general del FDP, Nicola Beer, recordando también que entre Berlín y Jamaica -nombre que se da a la futura posible coalición por los colores que identifican a los tres partidos implicados- hay más de 8.000 kilómetros. El secretario de Organización de Los Verdes, Michael Kellner, hizo asimismo referencia al “largo camino” que queda por delante, pero calificó también de “constructivo” el primer encuentro. Desde la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, el partido hermanado con la CDU de Merkel, Andreas Scheuer se mostró satisfecho porque en las reuniones se abordaron los asuntos clave para su formación, en los que hay “distancias”, y auguró un “trabajo duro”.
No especificó qué temas fueron -nadie reveló contenidos-, pero el freno a la inmigración es desde 2015 la bandera del Gobierno de Baviera, por donde entraron cientos de miles de solicitantes de asilo durante la crisis de los refugiados, y puede ser también uno de los principales escollos de las negociaciones. Antes de iniciarlas, Merkel pactó con la CSU un teórico límite máximo de 200.000 refugiados anuales, una barrera que rechazan los Verdes, contrarios asimismo a los planes de limitar la reagrupación familiar. También están alejadas las posiciones iniciales en política de impuestos, donde los liberales proponen rebajas fiscales de entre 30.000 y 40.000 millones de euros durante la legislatura, mientras la CDU ve un margen de alrededor de 15.000 millones. - N.López