Mogadiscio - Los equipos de emergencia, ayudados por más de 500 soldados del Ejército somalí, continuaron ayer las tareas de rescate para tratar de encontrar supervivientes entre los escombros de los edificios destrozados por los atentados del sábado en Mogadiscio, cuyo último balance de muertos asciende ya a 315. Las familias se agolpan en las zonas cercanas a las explosiones y en los hospitales con la esperanza de encontrar entre los más de 400 heridos a seres queridos desaparecidos tras el atentado, o al menos poder identificar sus cadáveres, tarea harto difícil debido a que muchos de los fallecidos murieron calcinados por la deflagración. “Casi todas las víctimas heridas son graves, el horror es indescriptible”, narró una enfermera del Hospital Medina.

Hasta ahora, se han conseguido extraer 25 cuerpos sin vida de entre los cascotes, y se espera que el número de víctimas continúe creciendo a medida que se rescaten más cadáveres. El ministro de Información, Abdirahman Osman Yariisow, afirmó que la habilitación para que la gente pudiera donar sangre a los desbordados hospitales está siendo un éxito. Entre los que acudieron ayer a donar destaca Muktar Robow, el desertado cofundador y exportavoz de la organización terrorista Al Shabab, a la que Gobierno, medios y expertos acusan de estar detrás del ataque pese a que aún nadie ha reclamado su autoría.

Robow, también conocido como Abu Mansur, condenó el atentado y pidió a los somalíes que resistan en la lucha contra los yihadistas: “Si resistís, no llevará más que meses eliminarlos, y las bajas no serán tan altas” como las causadas por estas explosiones de dos camiones bomba ante un hotel y un concurrido mercado de Mogadiscio.

El antiguo miembro de la cúpula de Al Shabab, que prometió colaborar con el Gobierno en la lucha antiterrorista tras formalizar su deserción en agosto pasado, indicó que está “preparado” para liderar las ofensivas contra la organización: “Los conozco mejor que vosotros”. Tras las condenas generalizadas de la comunidad internacional, países como Kenia, Yibuti, Etiopía o Turquía han atendido el ruego del Gobierno somalí de ayuda médica para atender a los heridos del mayor atentado terrorista ocurrido en Somalia. - Muktar Abdi