Londres - El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, celebraron ayer una cena informal en Bruselas en la que ambos abordaron la situación de las negociaciones del Brexit, atascadas tras cinco rondas de conversaciones. El encuentro, en el que también estuvieron presentes el negociador jefe de la Unión Europea, Michel Barnier, y el ministro británico para el Brexit, David Davis, tuvo lugar tres días antes de la cumbre europea de esta semana.
La cena se celebró en el edificio principal de la CE, el Berlaymont, a las 19:00 hora local, sin declaraciones previstas a la prensa tras el encuentro. En la cumbre de líderes, que arrancará el jueves con una primera jornada a Veintiocho, los veintisiete estados miembros que permanecerán en la UE abordarán el viernes si ha habido progresos suficientes en las negociaciones del Brexit para avanzar hacia la siguiente fase.
En la cena “prevista desde hace tiempo”, según dijo ayer el portavoz comunitario Margaritis Schinas, Juncker y May abordaron “temas amplios de interés europeo y geopolítico común”, más allá del Brexit. “Los dos líderes han pedido a los dos jefes negociadores estar ahí, pero el menú político es más amplio que el Brexit”, precisó el portavoz, quien recordó que “en el largo plazo y en la agenda del G7 y el G20, el Reino Unido es un socio importante” para la UE.
Durante una rueda de prensa ayer tras reunirse con el primer ministro francés, Edouard Philippe, Juncker eludió comentar qué esperaba del encuentro. “Nunca he entendido por qué los periodistas, incluso los más ilustres, preguntan siempre el resultado de una reunión antes de que tenga lugar. Veré a la señora May, hablaremos y conocerán la autopsia”, bromeó el presidente de la Comisión.
Los Veintisiete confiaban en que para octubre se habrían alcanzado progresos suficientes en los tres ámbitos prioritarios en la primera etapa de las conversaciones: los derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y el acuerdo financiero entre Londres y Bruselas. Sin embargo, al término de la quinta ronda celebrada la pasada semana en Bruselas, Barnier dijo que no recomendaría a los Veintisiete comenzar la segunda etapa de la negociación, centrada en la futura relación tras la ruptura. “No estoy en situación, dado el estado actual de las cosas, de proponer al Consejo Europeo la semana próxima abrir las discusiones sobre la futura relación”, dijo el político francés.
Por su parte, el ministro británico para el Brexit confió en que los jefes de Estado y de Gobierno de los países que seguirán en la Unión den luz verde durante la cumbre al inicio de la segunda etapa de las conversaciones, pese a las declaraciones de Barnier. “Espero que los líderes de los Veintisiete proporcionen a Michel (Barnier) los medios para explorar formas de avanzar”, declaró, y resaltó que pasar a la segunda fase interesa tanto al Reino Unido como al club comunitario.
Sobre la posibilidad de que no se alcance un acuerdo con Bruselas, el ministro británico afirmó que su Gobierno debe estar preparado para opciones alternativas, aunque admitió que no es lo deseable.
Advertencia de Johnson Horas antes, el ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, había advertido de que es hora de que ambas partes “tengan conversaciones serias” sobre el Brexit. “En Reino Unido creemos que es hora de tener conversaciones serias. Así que dejemos que el gran buque emprenda su camino mar adentro y se mantengan conversaciones serias sobre el futuro para construir una asociación profunda, que es lo que quieren las dos partes”, declaró el ministro británico. - Efe